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(Actualizado

Cada vez es más frecuente encontrar gasolineras sin personal de atención al público en las que uno mismo tiene que descolgar la manguera para repostar y después abonar la cantidad correspondiente. No hay nadie a quien se pueda consultar o pedir ayuda. Su proliferación ha generado mucha polémica y en cuatro comunicades autónomas ya están prohibidas.

Los argumentos de patronal, sindicatos y consumidores en contra de las gasolineras fantasma convergen, recorte de empleo, riesgos potenciales de seguridad, impedimientos para los discapacitados, vulneración de los derechos de los usuarios e imposibilidad de inspecciones rutinarias. Las gasolineras sin personal han proliferado desde hace un año aproximadamente.

En España ya hay unas 500 operativas, 60 aproximadamente en la Comunidad de Madrid, pero están solicitadas miles de licencias. Se amparan en que no hay regulación específica, y en que es muy barato ponerlas en marcha.

Patronal, sindicatos y asociaciones de consumidores han unido sus fuerzas para exigir a las comunidades autónomas una regulación que obligue a que las estaciones de servicio tengan al menos un empleado con formación específica. De momento, solo Navarra, Andalucía, Castilla-La Mancha y Aragón, tienen ya una legislación específica.

La Comunidad de Madrid les ha escuchado, pero según la patronal, la respuesta es que no es el momento. Lo peligroso de estas gasolineras es que se deja en el usuario una responsabilidad que no le corresponde. Las grandes petroleras como Repsol o Cepsa de momento se mantienen al margen. No es su negocio, aunque no pierden de vista a esta realidad emergente en la que no descartan tener presencia.