La Policía no tenía constancia de que decenas de ultras del Deportivo de La Coruña iban a llegar el domingo a Madrid con la supuesta intención de encontrarse con seguidores del Atlético porque se habían retado por WhatsApp, habían alquilado los autobuses en Lugo y llevaban un coche lanzadera.
Así lo han explicado fuentes policiales al referirse a la macrorreyerta de ayer junto al estadio Vicente Calderón, en la que participaron unas doscientas personas que se agredieron con bates de béisbol, barras de hierro y armas blancas y en la que murió el seguidor del Depor Francisco Javier, alias "Jimmy".
Los investigadores sí tenían constancia de que unos treinta seguidores ultras del Deportivo habían adquirido entradas para ver el partido entre su equipo y el Atlético de Madrid, pero no tuvieron conocimiento de que los radicales gallegos fuesen a desplazarse a Madrid en gran número o que se hubiesen retado con los seguidores del Atlético. Pero sí lo hicieron, en concreto 130 en dos autobuses que no fueron alquilados en Coruña, sino en Lugo, y en algún coche.
Además utilizaron al menos un vehículo "lanzadera" que viajaba delante de los autobuses para detectar si había presencia policial, todo ello con la intención de despistar a la Policía y poder llegar a Madrid varias horas antes del partido y supuestamente encontrarse con los seguidos del Atlético, según las fuentes.
A los ultras del Riazor Blues se les unieron en la ribera del río Manzanares, junto al estadio Vicente Calderón, varios integrantes de Alkor Holligan del Alcorcón y de los bukaneros del Rayo Vallecano, todos ellos de ideología similar, de izquierda radical.
Al encontrarse con los ultras del Frente Atlético, poco antes de las nueve de la mañana, se inició una "batalla campal" que la Policía atajó en cuanto tuvo conocimiento de la misma y detuvo a 21 personas.
A esa hora en esa zona no se había desplegado aún la Unidad de Intervención Policial (UIP o antidisturbios), ya que cuando el partido se califica de bajo riesgo, como es el caso, estos agentes se despliegan dos horas antes del encuentro, que era a las doce.
Si la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo , la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte hubiera calificado el partido de alto riesgo, como ocurre en otras ocasiones, el dispositivo se habría desplegado antes y se habría escoltado a los seguidores de ambos clubes en su camino hacia el estadio. A los del Depor se les habría recibido unos cincuenta kilómetros antes de llegar a la capital y se les habría acompañado hasta el Vicente Calderón.
Además el número de agentes del dispositivo, que para el partido de ayer era de 160 -cien nacionales y sesenta municipales-, se habría cuadruplicado, según las fuentes policiales. De los 21 detenidos, cuatro son del Frente Atlético, dos de los Bukaneros, uno del Alkor Hooligan y el resto del Riazor Blues. Ocho de ellos tienen antecedentes policiales.
También tenía antecedentes policiales el fallecido, "Jimmy", por varios delitos como robo, maltrato en el ámbito familiar y violencia de género, según las fuentes. Los arrestados permanecen esta mañana en dependencias policiales y se prevé que declaren hoy ante la Policía para pasar mañana a disposición judicial.