El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha abandonado el juzgado tras ser interrogado durante dos horas ante la juez que le ha imputado por blanqueo de capitales y delito fiscal por la fortuna que mantuvo oculta durante años, mientras su esposa, Marta Ferrusola, se ha negado a declarar.
Jordi Pujol y Marta Ferrusola han abandonado el edificio de la Ciudad de la Justicia hacia las 12.45 horas, custodiados por un amplio dispositivo de seguridad y sin atender al enjambre de periodistas que trataban de preguntarle sobre el contenido del interrogatorio.
A su salida del juzgado, acompañados por sus letrados Cristóbal Martell y Albert Carrillo, Pujol y su esposa han tenido que volver a oír los improperios improvisados de varias personas, como les ha ocurrido a su llegada a la ciudad judicial, con gritos de "chorizo" y "Cataluña no se merece personas como ustedes".
Según fuentes judiciales, el interrogatorio a Pujol, que han dirigido la juez y el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, ha sido exhaustivo y se ha centrado en buscar contradicciones en la versión que el expresident esgrimió en su carta de confesión y después en su comparecencia en el Parlament, de que el dinero oculto es un legado de su padre Florenci.