El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha subrayado que su disposición al diálogo para lograr consensos y sacar adelante las medidas que necesita el país es "infinita" y espera que lo sea, en la misma medida, por parte del resto de partidos, porque España "se juega mucho".
Ha vuelto a defender, en cualquier caso, mantener la misma política económica, tanto en materia de estabilidad presupuestaria como continuando con las reformas. "Lo que funciona", ha reiterado, "no se debe cambiar". Durante su discurso en el Congreso Nacional de Directivos, Rajoy ha admitido la importancia de la estabilidad política para la economía del país y ha insistido en que el gobierno "tiene que poder gobernar".
"Yo les digo como presidente del Gobierno que yo lo voy a intentar", ha señalado Rajoy ante 2.000 directivos de empresa, a los que ha subrayado que su disposición será "infinita" a dialogar, y desea, "también de manera infinita", que el resto de dirigentes políticos tenga la misma intención. "Si hay voluntad de construir, las cosas van a ir bien, yo desde luego pondré de mi parte lo mejor que pueda aportar", ha añadido.
UNA OPORTUNIDAD PARA EL CONSENSO
Mariano Rajoy ha recordado la configuración actual del Congreso y ha subrayado que "de la necesidad hay que hacer virtud", de forma que la etapa que viene tiene que ser "de mucho diálogo, mucho acuerdo y mucho consenso". Un diálogo al que, ha insistido, está dispuesto.
Además ha considerado que el país se encuentra ante una "magnífica oportunidad" para pactar y dejar zanjado durante mucho tiempo cosas que le importan y mucho a los españoles.
Ha recordado así que el Ejecutivo ya se ha puesto en marcha promoviendo reuniones del pacto de toledo y del diálogo social, pero también ha recordado la necesidad de impulsar otro pacto, el educativo. Así, un día después de que el Congreso haya iniciado la tramitación para suspender la LOMCE, Rajoy ha señalado que el pacto educativo "es otro reto" que habrá que abordar "en los próximos tiempos".
Mariano Rajoy ha subrayado en su discurso que crear empleo y aumentar la recaudación sin subir impuestos debe ser el reto de los próximos cuatro años. Y el modo de hacerlo, en su opinión, pasa por mantener la política de estabilidad presupuestaria y por continuar con las reformas económicas.