Ni la exalcaldesa Ana Botella ni los otros diez responsables políticos del PP llamados a esclarecer si hubo irregularidades en la venta de vivienda pública de Madrid se han presentado en la comisión de investigación municipal, una actitud que Ahora Madrid, el PSOE y C's han tachado de boicot y desprecio a todos los madrileños.
La comisión de investigación de la deuda y las políticas públicas del Ayuntamiento de Madrid celebraba hu primera sesión para analizar las operaciones de venta de viviendas realizadas en 2012 y 2013 por el Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS), cuestionadas por la Cámara de Cuentas por no haber respetado las instrucciones internas de contratación y no existir tasación previa.
El Gobierno de Ana Botella (PP), citada hoy a comparecer, vendió casi 3.000 viviendas protegidas, de las que 1.860 estaban en régimen de arrendamiento y fueron a parar al grupo Fidere por 128,5 millones de euros, en una operación por la que, según ha desvelado hoy el concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, un comisionista cobró hasta 2,3 millones de euros "de manera irregular".
La Cámara de Cuentas ya advirtió de que en las operaciones se prescindió de la aplicación de las instrucciones internas de contratación y se realizó la venta "sin la existencia de pliegos de condiciones" y "sin establecimiento previo del valor del mercado del bien a enajenar", que se fijó "por acuerdo negociado entre el comprador y el órgano de contratación sin estudios o tasaciones previas que fijaran dichos valores".
Tanto la exalcaldesa Ana Botella como el resto de comparecientes -entre ellos los actuales concejales del PP Pablo Cavero y Borja Carabante- comunicaron por teléfono o por escrito que no iban a asistir, a excepción del exdirector general de gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) Pablo Olangua, que no respondió. "Nadie ha querido venir hoy aquí", ha lamentado la concejal socialista Mercedes González en la comisión sin comparecientes.
En su opinión, los cargos públicos del PP abandonaron a los más desfavorecidos, y "hoy, cuando tienen la oportunidad de explicarlo, esconden la cabeza protegidos por Esperanza Aguirre, la que nunca se calla excepto hoy".