La auxiliar de enfermería Teresa Romero ha señalado este miércoles que no sabe lo que falló para que se contagiara con el virus del ébola, que ni siquiera sabe si realmente hubo fallos pero que, no obstante, no guarda "rencor".
"No sé lo que falló, ni siquiera sé si fallo algo... sólo sé que no guardo rencor ni reproches", ha señalado Teresa Romero en una breve comparecencia ante los medios de comunicación, donde se ha mostrado visiblemente emocionada y respaldada con continuos aplausos.
Romero, que ha reconocido que aún está "débil" y ha pedido "tranquilidad", ha señalado que espera que su contagio sirva para "algo", para "investigar la enfermedad". "Si mi sangre sirve para curar a otras personas aquí estoy", ha añadido.
Teresa Romero ha comparecido ante los medios de comunicación poco antes de las 14 horas acompañada de su marido, Javier Limón, y de un grupo de compañeros. Mientras se dirigía al salón de actos del Hospital Carlos III, sentada en silla de ruedas, ha sido aplaudida por trabajadores del centro. Ya en la sala, otro grupo de empleados también la ha recibido con sonoros aplausos y al grito de '`Vamos Tere!.
La auxiliar de enfermería ha querido agradecer a Dios por "devolverle la vida" y a su familia porque su apoyo le ha hecho "luchar por seguir en esta vida". Aparte, ha remarcado que para hacer "el milagro" Dios se ha servido de los compañeros del Carlos III -citando a médicos, celadores, enfermeros y auxiliares de enfermería, entro otras categorías profesionales-.