El magnate Donald Trump logró la candidatura oficial del Partido Republicano a la Presidencia de EEUU en las elecciones del próximo 8 de noviembre, una gesta que hace un año parecía una utopía, pero que se ha hecho realidad.
Trump logró la ansiada nominación a la Casa Blanca en la segunda jornada de la Convención Nacional Republicana en Cleveland (Ohio), donde los delegados eligieron al magnate como candidato presidencial en una animada votación desarrollada en un ambiente festivo.
El magnate inmobiliario tardó pocos minutos en reaccionar con un breve mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter, en el que declaró que "es un gran honor ser el nominado republicano a presidente de Estados Unidos".
"¡Trabajaré duro y nunca os decepcionaré! ¡AMÉRICA PRIMERO!", agregó Trump, quien, en una posterior videoconferencia emitida ante la convención desde Nueva York, calificó de "histórica" su victoria en los comicios internos que culminaron hoy con su nominación.
"Hoy ha sido un día muy, muy especial, y nunca lo olvidaré", subrayó el multimillonario, tras la votación por estados en la convención, en la que no estuvo presente y superó los 1.237 votos de los delegados, el mínimo necesario para oficializar su candidatura.
En el pabellón Quicken Loans, lleno de miles de compromisarios jaleando "¡Trump, Trump, Trump!", ese momento decisivo llegó después de que Nueva York, estado natal del empresario, le otorgara 89 de un total de 95 delegados.
Emocionado pero con voz firme, el primogénito de Trump, Donald Jr., leyó la designación de los delegados neoyorquinos, junto a sus hermanos, Ivanka y Eric.
"Es un honor increíble haber sido parte de este viaje. Esto ya no es una campaña, es un movimiento", aseguró el hijo del multimillonario, antes de que sonase en el auditorio el célebre "New York, New York" de Frank Sinatra para realzar el logro de Trump.
Según el recuento global, el magnate obtuvo el respaldo de 1.725 delegados de los 2.472 con derecho a voto, cifra que representa un 69,8 por ciento del total, frente al 30,2 por ciento que no dio su visto bueno al candidato.
Ese último porcentaje de delegados opuestos al nominado es el más alto, en términos de rechazo, que se registra desde la disputada convención republicana de 1976, en la que Gerald Ford se impuso a Ronald Reagan.