La Guardia Civil ha desmantelado un grupo especializado en asaltos a viviendas y establecimientos de ciudadanos chinos en una operación en la que de momento hay cuatro detenidos, el cabecilla, francés nacionalizado italiano, dos españoles y un menor hijo del primero, que se hacían pasar por policías.
Se trata de la operación "Hábitat Trium", que sigue abierta por lo que no se descartan más detenciones, efectuada en Madrid capital y en localidades madrileñas de Fuenlabrada y Pozuelo de Alarcón, donde fue registrada la vivienda que habitaba el cabecilla del grupo y que utilizaba como centro de operaciones, informa la Guardia Civil.
Los tres primeros se encuentran en prisión por orden judicial mientras que el menor quedó en libertad tras comparecer ante la Fiscalía y el cabecilla ya estuvo privado de libertad con anterioridad tras haber sido arrestado en otras diecinueve ocasiones por robos en viviendas y tenencia ilícita de armas.
Los detenidos robaban primero en las casas de sus víctimas, donde además de llevarse efectos como joyas y dinero en efectivo se hacían con las llaves de sus comercios chinos que asaltaban y en ocasiones también sus coches de lujo que luego vendían tras cambiarles las matrículas y la documentación, y se estima que podrían haber logrado efectos robados valorados hasta el momento en unos 250.000 euros.
Se hacían pasar por policías nacionales y guardias civiles para lo cual usaban uniformes completos y placas de las Fuerzas de Seguridad, además de armas, e incluso llegaron a colocar un arnés policial a un perro para simular que era de la Policía y conseguir el acceso a los inmuebles aunque a veces también entraban forzando puertas. Los agentes de la Guardia Civil investigan cómo obtuvieron este material policial.
Los detenidos elegían como víctimas a ciudadanos chinos, al ser más reticentes a denunciar este tipo de hechos, y actuaron en Madrid capital y en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid y hasta el momento se les atribuye al menos dos robos en viviendas, otros tantos en comercios y la sustracción de cinco vehículos.
Sabían que sus víctimas se dedican a actividades empresariales ya que les sometían a seguimientos incluso con cámara que ocultaban en extintores colocados en aparcamientos y locales, y para saber sus horarios y rutinas realizaban también fotografías y anotaciones de sus movimientos.
La investigación se originó tras producirse el pasado mes de septiembre un robo en una vivienda de Rivas Vaciamadrid en el la que los asaltantes sustrajeron numerosos efectos de valor y tres llaves de vehículos que más tarde utilizaron para sustraer los turismos.
En sus asaltos su objetivo eran las cajas fuertes, artículos de joyería y relojería y efectos informáticos y electrónicos y si encontraban llaves de vehículos y comercios las sustraían también hacerse con los coches y robar en lo locales chinos. Además de los uniformes policiales para entrar en las viviendas poseían numerosos efectos para abrir las cerraduras como extractores de bombines, llaves falsas, maletines de apertura de cerraduras y multitud de ganzúas.
En el registro del domicilio del cabecilla fueron intervenidos, entre otros efectos, tres pistolas, de ellas dos reales y una simulada, cuatro dispositivos para sus comunicaciones, tres uniformes completos, otros tantos jersey, cuatro camisetas, diez chalecos y ocho placas de la Policía Nacional, además de dos chalecos y dos placas de la Guardia Civil.
Asimismo, varios grilletes metálicos y de cuerda, documentación relativa a potenciales víctimas, cámaras encubiertas, gran cantidad de llaves, 20.000 euros en metálico y varios vehículos de alta gama. Los detenidos son cuatro varones con edades comprendidas entre los 16 y los 46 años con antecedentes por hechos similares.
Por estos hechos se les imputa delitos de pertenencia a grupo criminal, robos con fuerza en domicilios habitados, tenencia ilícita de armas, usurpación de funciones públicas, falsificación documental y receptación.