Los hosteleros madrileños censuran la burocracia del ayuntamiento de la capital

La Plataforma de asociaciones por el ocio, la cultura, el turismo y la hostelería de Madrid ha denunciado hoy que la complejidad de los trámites del Ayuntamiento de Madrid para solicitar la ampliación de horarios durante la Navidad. La plataforma ha señalado que la complejidad de los trámites y de la documentación requerida por la Agencia de Actividades (ADA) municipal ha generado frustración y pérdida de confianza en las pequeñas y medianas empresas.

"Es necesario agilizar los trámites y la burocracia por parte del Ayuntamiento", ha indicado el director general de la Asociación hostelera La Viña, Juan José Blardony, que ha censurado que Madrid sea "la única capital autonómica en la que no existe un procedimiento automático" de ampliación de los horarios en Navidad. Blardony ha añadido que es la Comunidad de Madrid "quien tiene que establecer y regular el automatismo".

También ha criticado los trámites el portavoz de la plataforma por el Ocio, Vicente Vizcueta, que ha denunciado que sólo un centenar de los 15.000 locales que hay en Madrid han solicitado la prolongación de horarios. La dificultad de tramitar las ampliaciones y la necesidad de garantizar la seguridad jurídica para evitar posteriores sanciones ha provocado que el sector rechace "la organización de sus fiestas de Nochevieja", ha asegurado Blardony.

Las sesiones festivas mantendrán sus horarios habituales, los restaurantes permanecerán abiertos hasta las 2.30, los bares de copas hasta las 3.30 y las discotecas hasta las 6.00. Además, los hosteleros censuran que el Gobierno municipal de Manuela Carmena haya ampliado la zona de protección acústica especial (ZPEA) a todo el barrio de Gaztambide, en el distrito de Chamberí.

Las nueva protección del entorno de Argüelles "puede terminar poniendo en peligro las campanadas de la Puerta del Sol", ha protestado Vizcueta. El cierre de la Gran Vía a los vehículos privados durante el período navideño también preocupa a los hosteleros por las consecuencias que pueda tener en el acceso a las zonas de ocio.