La sangre encontrada en los registros del chalé de Majadahonda donde vivía Bruno H.V., en prisión provisional mientras se investiga el paradero de Adriana G., de 55 años, la inquilina argentina desaparecida, son de esta mujer, según han detallado fuentes de la Guardia Civil.
Estos restos coinciden con los hallados en la picadora industrial de carne que se encontró en el garaje de la vivienda durante el primer registro y que el detenido podría haber utilizado para descuartizar a la mujer.
Los agentes continuarán este jueves con las labores de investigación y procederán al registro en la finca propiedad de la tía del detenido, cuyo paradero también se desconoce, situada en Santa Cruz de la Zarza, en Toledo. La hora prevista es mediodía, han señalado las mismas fuentes.
La Guardia Civil ya ha localizado a cuatro de los seis últimos inquilinos de la casa de Majadahonda donde Bruno H.V ejercía de casero hasta que ha sido detenido por supuestamente asesinar a la
última arrendataria.
Así, las personas que aún no han sido encontradas son la propietaria del chalé de la urbanización de La Sacedilla, que es la tía del detenido, quien ha justificado su ausencia alegando que se trasladó a una residencia de ancianos aunque dijo no recordar cuál. Los agentes no la han encontrado todavía en ningún asilo.