Jesús Gil empezó en sus inicios como constructor de obra con grandes ideas y grandes planes. Su primera gran obra fue la construcción de un complejo en los Ángeles de San Rafael a 70 kilómetros de Madrid. Este proyecto lo inauguró en 1968 junto a Adolfo Suárez que era el gobernador de Segovia. En 1970 se produce un derrumbamiento en un restaurante que acabó con la vida de 58 personas y decenas de personas heridas.
Gil asumió la responsabilidad de toda la catástrofe: “Yo me hice responsable desde el primer día de todas las consecuencias de las desgracias.” A pesar de asumir la responsabilidad, el constructor no se sentía el culpable de la tragedia. Jesús Gil fue condenado a 5 años de cárcel, de los cuales solo cumplió uno y medio por conseguir el indulto.
Tras salir de la cárcel, las aspiraciones de Jesús Gil siguieron intactas y en 1987 fue nombrado presidente del Atlético de Madrid y tres años después en el dueño absoluto del club. En 1991 se postuló para ser alcalde de Marbella y, ante todo pronóstico, ganó las elecciones con mayoría absoluta.