Aumentan las consultas por TOC un 30% debido a la pandemia
"Yo no limpio porque quiera tener mi casa limpia, yo limpio porque si no lo hago tengo ese miedo de que le va a pasar algo a alguien"
Debido a la pandemia, las consultas por TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) han aumentado un 30 por ciento y quien lo padece, dice que es como “una cárcel mental”.
De ello hemos hablado con nuestra psicóloga Ana Villarubia que afirma que “es vivir preso de la obsesión y esclavo de la compulsión de un ritual. Es vivir instalado en un bucle en el que dejo de gobernar mi vida y todo por un miedo que se apodera de mí”.
Y si alguien conoce bien esta enfermedad es Damián Alcolea, al que ya conocimos en el programa ‘Eso no se pregunta’.
Damián tiene 41 años y le diagnosticaron TOC a los 13: “El desencadenante de mi TOC es que ya no podía más y yo no sabía lo que me pasaba, pero sabía que mi cabeza no estaba bien y no regía. Pedí ayuda a mi madre me llevó a una sicóloga y hasta el día de hoy”.
La pandemia se lo ha puesto difícil a todo el mundo, pero más a las personas que padecen este trastorno como nuestro invitado que nos cuenta que “se ha acentuado mucho la ansiedad, las obsesiones, el miedo en nosotros que ya lo tenemos a flor de piel. En mi caso, caí en depresión el año pasado, pero estoy mucho mejor ahora”.
“En el caso de la pandemia, mi TOC se volvió más obsesivo puro y fueron más rituales mentales que casi son más difíciles de gestionar y tratar y la tarea más sencilla se convertía en un ritual que conllevaba contar números y es una tortura”.
Ana Villarubia lanzaba una cuestión muy interesante para ayudar a la gente a comprender dónde está la diferencia entre la limpieza contra una amenaza y la obsesión.
“La diferencia está en la raíz. Yo no limpio porque quiera tener mi casa limpia, yo limpio porque si no lo hago tengo ese miedo de que le va a pasar algo a alguien, de que si no hago las cosas de una determinada manera va a ocurrir algo catastrófico, que yo sé que es un pensamiento que no tiene sentido, pero las obsesiones son así, se pegan como velcro y cuesta eliminarlas y cuanto más te resistes a ellas, más poder tienen”, relata Damián.
¿Hasta qué punto son incapacitantes estos pensamientos que llevan a una persona a realizar la misma tarea durante 8 horas sin poder parar?
“Son muy incapacitantes, de hecho, la Organización Mundial de la Salud estima que el TOC es la séptima condición mental más incapacitante y también estima que estas personas suelen tardar de media 7 años en pedir ayuda, por eso yo trato, en la medida de lo que puedo, contar mi historia para que alguien se vea reflejado en ella y pueda pedir ayuda”.
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