Hoy ha sonado el teléfono en la redacción del programa. Al otro lado de la línea una mujer se hacía pasar por trabajadora de una empresa tecnológica. Decía que uno de nuestros ordenadores estaba infectado y que podía ser peligroso. Evidentemente, todo era falso.
La llamada supuestamente se realizaba desde California. El prefijo, sin embargo, era de Italia. La supuesta trabajadora nos ha ido dando indicaciones para eliminar el virus introduciendo una serie de letras.
Sin embargo, el equipo no se ha fiado de la extraña llamada. Hasta que la estafadora ha colapsado ante el aluvión de preguntas a la que le hemos sometido.
El final ha sido cómico, pero no es ninguna broma. Este timo puede salir caro porque el objetivo es acceder al ordenador a través de un programa remoto, y una vez dentro, tener acceso a todas nuestras contraseñas.
¿Cómo nos protegemos?
En el caso de descolgar una de estas llamadas, nunca debemos de dar datos personales. Siempre hay que desconfiar de alguien que quiere tener acceso a nuestros dispositivos electrónicos. Además, bajo ningún concepto se deben descargar programas o acceder a páginas que no conozcamos.