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El fin de semana, sobre todo en verano, confunde a muchos. Las rutinas saltan por los aires y los planes improvisados guardan más relevancia que nunca. Y cuando llega el domingo, empieza a asomar el llamado ‘Jet Lag de Fin de Semana’.

Sucede especialmente en verano. De lunes a viernes, aunque la rutina laboral siga adelante, muchos aprovechan el final de la jornada de trabajo para tomar algo con los amigos. Las horas de sueño se van reduciendo.

¿Preferimos estar en pareja o tener amigos?

Al llegar el fin de semana, no son pocos los que intentan recuperar las horas no dormidas. Es aquí donde entra en juego el ‘jet lag’ social. Esto sucede cuando se duerme de media dos horas más que entre semana.

El sueño no se recupera en contra de lo que piensan muchos, y este desfase de horario pasa factura. El insomnio, el cansancio continuo, la desorientación y la falta de fuerza son alguno de los síntomas que provoca a muchos. Los que más lo sufren son los jóvenes, y en especial los estudiantes.