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Sólo necesitamos una décima de segundo para tener una opinión sobre los demás. Y lo hacemos en función del rostro de la otra persona. Según un reciente estudio en Japón, tener una mandíbula prominente es sinónimo de ser alguien competente y agresivo, unos ojos grandes y redondos, dicen de alguien que es lento, ingenuo y poco inteligente. Una frente alta se percibe como una persona intelectual y tener unos pómulos muy marcados se identifica con el liderazgo.

Pero, atención, porque si no te has sentido identificado con ninguno de los rostros descritos arriba, no hay duda, eres un guapo normativo. ¿Qué quiere decir esto? Personas que se perciben como deseables e inmediatamente transmiten fiabilidad y competencia.

Los chimpancés pueden variar su sonrisa como los humanos, según un estudio

Incluso la ciencia ha abordado esta cuestión. El doctor en psicología y autor del libro 'Psicología Facial' Julian Gaberre, nos cuenta cómo los rasgos sociales llegan a determinar nuestro éxito y liderazgo.