Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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La presión ha podido con Simone Biles, la gimnasta estadounidense ha dicho basta: “Son demonios en la cabeza”, sin embargo, ella no es la única en sufrir la terrible presión que la ha hecho abandonar.

La presión paraliza a Biles: "Debo proteger mi salud mental"

Iniesta estuvo a punto de no jugar el Mundial en 2010. “Poco a poco vas sintiendo que no eres tú, que no disfrutas de las cosas, que las personas que te rodean son como si fuesen de más. No tienes sentimientos, no tienes pasión", afirmó el futbolista.

Nadal también casi cae en 2015 cuando conto: "He sufrido una lesión mental, no sabía cómo pegar a la bola. No he sido dueño de mis emociones en la pista, no he tenido el control de mis nervios, he pasado malos ratos".

El jugador de baloncesto Ricky Rubio vivió lo mismo tras fallecer su madre: "Culpaba a las personas a mi alrededor por cómo me sentía. Le eché la culpa a todo. Pasé por una depresión".

Estos demonios han atacado incluso al deportista más laureado de la historia, Michael Phelps que en una ocasión declaró que "no quería nadar más, ni siquiera quería vivir más. Entonces pensé en el suicidio".

Muchos han sido los que han hablado de sus problemas tras haberlos superado, pero Biles lo ha hecho dando toda una lección.

¿Es posible regresar?, ¿es posible volver a levantarse?