Ella era limpiadora y él carpintero. En una reforma que debía realizar Marino, conoció a Teodosia y se enamoraron.
Desde entonces están juntos. Se casaron en 1956 en una iglesia de Lavapiés y después de 66 años su amor sigue siendo como el del primer día.
Entre risas, admiten que discuten más desde que Marino se jubiló, pero que el secreto de cuidar durante más de seis décadas su amor es estar verdaderamente enamorados.
Recuerdan a la perfección el día que se casaron. No tuvieron un gran banquete como los de ahora: tras darse el ‘sí, quiero’, lo celebraron tomándose un vaso de leche y un bollo suizo con los más allegados.