Trastos cotidianos que no sirven, pero que tampoco tiramos

Cada vez es más complicado hacer la limpieza del hogar porque día a día los trastos cotidianos aumentan. Los móviles antiguos que guardamos en los cajones, las muestras de colonias, cremas, maquillaje, manuales de instrucciones…

Tampoco hay que olvidarse de agendas y cuadernos, botes sin tapa, bolígrafos y rotuladores secos, la ropa sin usar, las joyas rotas… son algunos de los ejemplos de este tipo de objetos. Existen motivos para explicar que estos objetos no estén en la basura. Una de las causas radica en el poco tiempo que tenemos para estar tranquilamente revisando todos estos objetos.

Algunos de los trucos para ofrecer un aspecto ordenado radica en hacer una limpieza diaria: el suelo, la mesa, la consola de la entrada, limpiar la ducha, el inodoro y el lavabo del baño después de cada uso. Si se sigue una rutina es mucho más sencillo llegar a tirar estos trastos que ya no tienen validez.