Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Habrá quien piense que la figura del limpiabotas se extinguió hace años, pero aún queda alguno en activo, además, no consideran su trabajo algo tedioso sino todo lo contrario, para ellos es síntomas de estilo y orgullo, aunque admiten que tienen un enemigo que parece implacable, las zapatillas.

Domingo Montañés pertenece a la última estirpe de limpiabotas de Madrid y hasta él se desplazan numerosas personas para limpiar sus zapatos por el cariño que le tienen y por la cercanía que demuestra con sus clientes que suelen ser habituales, al contrario de hace años que era un servicio que contrataba la gente que pasaba por la calle.

"No he encontrado a nadie que me limpie los zapatos igual que él”

Estos clientes acuden desde puntos muy lejanos de Madrid al lugar donde Domingo lleva trabajando desde hace más de 50 años para dejar sus zapatos relucientes.

“Cada vez que vengo a Madrid vengo a ver a Domingo. No sé cómo lo hace porque él me lo explica mucho, pero quizás se guarda algún secreto porque yo no he encontrado a nadie que me los limpie igual”, nos contaba uno de los muchos usuarios habituales de este servicio.

“Muchas veces, antes de mirar a un señor a la cara, le miro los zapatos”, afirma este limpiabotas que también opina que su oficio se perderá definitivamente con los años porque “la juventud ahora está a otra cosa”.

De momento, Domingo seguirá desempeñando su trabajo con orgullo al igual que han hecho y continúan haciendo muchos de sus familiares.