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Llega de nuevo el calor intenso a lo largo de la semana. Este próximo fin de semana Madrid se acercará a los 40 grados en algunas zonas de la capital y en el sur de la comunidad. Unas bochornosas temperaturas a las que tendremos que hacer frente como podamos.

Piscinas, terrazas o parques arbolados son algunas de las opciones para combatir el sofocante calor. Pero… ¿Y qué hacemos por las noches? Vuelta para un lado, vuelta para el otro, te pegas a la cama. El calor es un mal compañero a la hora de dormir.

¿Cómo podemos hacer más frescas las noches? El ventilador se puede antojar como una excelente solución, por lo que pensaremos en dejar enchufado el ventilador mientras dormimos. Sin embargo, puede que esto no sea tan buena idea como imaginamos.

Mario Picazo nos acompaña para contarnos por qué dormir con el ventilador es una mala idea. Y es que dormir con el ventilador encendido puede afectar seriamente a tu salud, así como también a tu rendimiento deportivo si estás intentando hacer ejercicio este verano.

Ventajas e inconvenientes de dormir con el ventialdor

Las ventajas de dormir con un ventilador son evidentes: enfrían la habitación, nos permiten conciliar el sueño más fácilmente y nos ayudan a dormir mejor. En especial a las personas que tienen colchones viscoelásticos, ya que tienden a absorber la temperatura y en verano son más calurosos que otro tipo de colchones.

Sin embargo, el aire frío de este aparato, al igual que el del aire acondicionado, reseca las mucosas de las vías respiratorias y favorece la entrada de gérmenes y polvo que infectan el organismo.

Y es que el aire frío hace que desaparezca el moco de la nariz y así se pierde la barrera que tenemos para que el polen, el polvo y otros gérmenes no ingresen al cuerpo. De este modo, somos más propensos a sufrir bronquitis. Sin olvidar a los que padecen de asma, sinusitis o rinitis estacional, además de a los alérgicos, que se ven doblemente afectados.

El aire del ventilador puede causar sequedad en la piel, en la garganta e irritación de ojos

El ventilador también puede provocar rigidez en la musculatura, sobre todo en personas que duerman con el aparato cerca de la cara y del cuello, debido a la constante tensión de los músculos.

Pero uno de los mayores problemas de los ventiladores llega por la sequedad en la piel que provoca el aire en constante circulación. Como hay personas que duermen con la boca o los ojos parcialmente abiertos, la brisa continua también provoca irritación en los ojos y sequedad en la garganta.

¿Qué podemos hacer?

A la hora de dormir cómodamente con una ola de calor, es conveniente disminuir tu temperatura corporal. Para ello es esencial abrir las ventanas, tomar líquidos frescos y dormir con ropa ligera.

Durante el día podemos usar el ventilador, pero dirigiéndolo hacia el ambiente para que movilice el aire y evite la concentración de gérmenes en casa. Mantenlo limpio, ya que cuando las aspas giran pueden desprender ácaros que podrían causar alergias y tos.