Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Esta historia tiene demasiados giros de guion. El primero, la idea de acompañar una hamburguesa con un exclusivo y carísimo champán y, segundo, la desorbitada cuenta por una cena para ocho comensales.

Esto es lo que ha sucedido hace unos días en la Costa del sol cuando unos turistas decidieron matar su sed con botellas de champán en las que se gastaron nada más y nada menos que 2.040 euros.

El local aplicó un recargo en la cuenta de 372 euros por el servicio

Y después de saciar su sed, optaron por llenar sus estómagos con unas ricas hamburguesas, guacamole y alitas de pollo y aquí viene la polémica, al traerles la cuenta ven que, además de las consumiciones, hay un cargo de 372 euros por el servicio.

¿Precio de la velada en total? 4.095 euros.

Al finalizar, los comensales subieron el ticket a las redes sociales que no han tardado en arder y han clasificado esta actitud de querer fardar e, incluso, algunos piensan que no es el momento de gastarse ese dineral en una cena.

Pero aquí no acaba la historia, la persona que ha hecho público el ticket en las redes sociales asegura que pagaron, se levantaron y el camarero, además, les pidió una “propinilla”.

En ‘Juntos’ hemos estado con Miguel, un hostelero del centro de Madrid, para conocer su opinión sobre el cobro de este servicio que asciende a 372 euros y sobre la petición de propina que ha comentado este usuario.

“Me parece un poco excesivo ese coste del servicio y luego sin saber si el cliente se ha ido satisfecho, además, las propinas no son obligatorias y que un camarero persiga a un cliente para que le de propina, no es muy profesional”, ha afirmado este hostelero.