(Actualizado

María José tiene 25 años. Esta joven sufre de asma desde pequeña, uno de los motivos por los que ha sido muy precavida durante toda la pandemia. A pesar de ello, acabó contagiándose de coronavirus. Ahora, diez meses después, sigue sufriendo las secuelas del virus. Esta es su historia.

"Me niego a pensar que el resto de mi vida va a ser así"

Todo comenzó a finales de octubre. María José empezó a encontrarse mal, aunque ella le restó importancia al asunto. “Como era una época de alergias y de resfriados pensé que era un resfriado común y no fui al médico”, recuerda la joven.

“Hasta que un día me llama un amigo al que no había visto y me dice que es positivo en covid. Y le digo ‘yo me encuentro como resfriada y muy asfixiada, a ver si voy a tenerlo’. Y como me puse peor fui a urgencias y me dijeron que era positivo en covid”.

En aquel momento ella “no hacía mucha vida social y solo iba al supermercado, al trabajo en autobús y a mi casa”. Es por eso que, a día de hoy, sigue sin saber dónde y cómo se contagió.

“El hospital me ha traumatizado. En la sala covid la gente estaba fatal"

María José explica que acabó yendo al hospital porque “me asfixiaba y no podía respirar”. Lo que vivió allí supuso una experiencia que le dejó huella: “me ha traumatizado, en la sala covid la gente estaba fatal. Nos dijeron que a una de las personas le quedaban pocas horas de vida”.

A la joven le dieron el alta el mismo día. Le dieron un tratamiento para su asfixia y se fue a casa porque a los jóvenes nos les dejaban allí. “Estuve muy mal unos días, que no podía ni respirar, pero no acudí al hospital por pánico. Sólo por teléfono llamaba a mi médica para que me pusieran el tratamiento más fuerte. Y así fue”.

Ha sufrido los casi 200 síntomas del coronavirus

María José se encontró mal durante un mes entero, con todo tipo de síntomas. “Mi suerte fue que tenía la vacuna de la neumonía en el 2019 por ser asmática, y eso me salvó la vida”. Al cabo de un tiempo avisaron a la joven de que tuvo un principio de neumonía bilateral que no desarrolló gracias a esta vacuna.

De la lista de 200 síntomas que se pueden contraer por coronavirus, María José los ha tenido casi todos, a excepción de la falta de olfato y de gusto. De hecho, lo que le ha ocurrido a ella es precisamente lo contrario: se ha vuelto más sensible a olores y sabores.

“En ese mes estuve súper cansada, asfixiada, con tres inhaladores y una pastilla". Pero su experiencia con los problemas de salud por culpa del covid sigue presente.

"Mi suerte fue que tenía la vacuna de la neumonía. Eso me salvó la vida"

Desde que se contagió sufre insomnio y tiene que tomar una medicación para ello. También se le inflama el cuerpo hasta el punto de "parecer que estoy embarazada", por lo que tiene que ir con ropa ancha que no le apriete.

"No tengo fuerza para andar, me he hecho un esguince por este tema. Problemas digestivos aún tengo, fiebre por la que me tomo paracetamol, conjuntivitis muchas, eczemas cada dos por tres, que me tengo que poner una crema, y pierdo la voz. Y ahora también he perdido el esmalte de los dientes y se me ha roto uno".

Una afectada por covid persistente

En abril, el médico de María José le confirmó que era una afectada por covid persistente. A día de hoy está en tratamiento psicológico. "Tengo que ir a la psicóloga porque me da miedo ir a muchos sitios: ir a comprar, ir al autobús. A los hospitales les tengo pánico. Me da ansiedad cuando veo a gente sin mascarilla o con ella mal puesta. Yo siempre voy con mascarilla. No salgo. La propia psicóloga me ha dicho que ya vaya saliendo con los amigos al aire libre, pero me cuesta mucho".

María José no entiende que la gente no se tome en serio esta pandemia

Tengo muchos miedos y no me puedo creer ni quiero pensar que esto es crónico. Me niego a pensar que el resto de mi vida va a ser así".

María José es joven y no entiende cómo la sociedad y los jóvenes no se toman en serio esta pandemia. “Cuando veo los bares llenos, los botellones o los negacionistas yo me pongo mala. Es un tema serio y a los jóvenes nos toca, y de lleno, aun cuando tienes mil cuidados”.