La mitad de las playas de arena podrían desaparecer en el año 2.100
El aumento de la fuerza del viento está provocando no solo tormentas más violentas. El presentador y experto en meteorología Mario Picazo nos ha contado en el programa Juntos cómo puede afectar también a nuestras playas, y el dato es preocupantes.
La mitad de playas en 2.100
Según todos los estudios más recientes sobre la erosión de playas en relación al aumento de la fuerza del viento y del efecto invernadero, de seguir a este mismo ritmo, en el año 2.100 habrá desaparecido el 50% de las playas de arena que tenemos en estos momentos. Un dato realmente demoledor, que nos anima a recapacitar acerca de la continua destrucción del medio ambiente que estamos sufriendo, en gran parte por efecto del poco cuidado que tenemos con nuestro entorno.
Las zonas más afectadas por esta desaparición de playas de arena serán Australia y Canadá, que perderán 15.000 kilómetros de arena costera. Los vientos cada vez son más fuertes y esto provoca un mayor oleaje, que a su vez, destruye las playas de arena.
La única solución sería luchar contra el efecto invernadero. Con ello podríamos revertir algo este tremendo dato.
¿Habrá más medusas?
Todos los años nos alarmamos ante la llegada de grandes bancos de medusas a las costas en época sobre todo de veraneo. Pero no todos los años son iguales. ¿De qué depende el número de medusas que se acercan a la playa cada año?
Mario Picazo nos ha contado que las mayor o menor cantidad de medusas depende fundamentalmente de:
- Las corrientes marinas: dependiendo de cómo sean las corrientes marinas, las medusas llegarán con más o menos facilidad a la playa.
- Las lluvias de primavera: una mayor cantidad de lluvia durante la primavera indican que los ríos llevarán más caudal y éste desembocará en el río. Cuanto más agua dulce llegue, menos posibilidades de mayor número de medusas.
- La temperatura del agua: una mayor temperatura del agua del mar ayuda a la supervivencia de algunas especies de medusas.
La utilidad de los 'atrapanieblas'
En muchos lugares en donde apenas llueve, como el desierto de Atacama en Chile, utilizan un curioso sistema para 'atrapar' gotitas de agua de la niebla. Se trata de los 'atrapanieblas', que no es más que unas rejillas o mallas en forma de rombo, capaces de 'capturar' las gotas de agua de la niebla que pasa por ella. Las gotas, poco a poco van cayendo en un depósito.
Este sistema, por cierto, también se utiliza en las islas Canarias desde hace mucho tiempo, y ha resultado ser muy eficaz.
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