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Parece que está muy lejos, pero solo faltan treinta años para el año 2050 y las previsiones son realmente sofocantes.

Un estudio del Plan Nacional del Cambio Climático para ver cómo será el escenario metereológico en el año 2015 acaba de alertar de este dato: los 45 grados centígrados que hoy vivimos en una ola de calor, pasarán a ser cincuenta. Además, las olas de calor durarán más días y la sensación de bochorno será aún mayor.

Las noches tropicales y ecuatoriales (temperaturas nocturnas que no bajan de 25 grados) también serán más frecuentes, debido al calentamiento del agua de los océanos.

Atentos a las acuáridas

Ya tenemos encima una lluvia de estrellas. Se trata de las acuáridas, que ya se pueden ver, aunque los mejores días para observar el cielo será a finales de este mes.

Lo que vemos cuando observamos una lluvia de estrellas son las partículas de gases de la cola de los cometas que brillan al entrar en la atmósfera. Las acuáridas podrán verse hasta la tercera semana de agosto, aunque los mejores días serán los de luna creciente: el 28, 29 y 30 de julio.

Los iglús, ese gran invento

Aunque nos parezca un invento antiguo, el iglú funciona y es muy práctico en lugares tan fríos como la Antártida. Son muy duraderos, lo que no significa que no se derritan poco a poco. Sin embargo, aunque el hielo se derrite algo, vuelve a solidificarse con rapidez en cuanto bajan las temperaturas.

La temperatura interior del iglú es de cero grados. En lugares en donde la exterior es de 40 grados bajo cero, parece y es un lugar cálido y confortable.