Chema le ha pedido a Teresa que, además de correr, haga ejercicios de fuerza y ella decide aprovechar las máquinas de un parque municipal cercano a su casa. Su hija le acompaña para dirigir un entrenamiento en el que Teresa, acostumbrada a mandar, se enfrenta a la horma de su zapato. Pero Teresa no pierde la sonrisa... e incluso su mente empieza a sugerirle "otros" pensamientos...