Trucos para subir y bajar las escaleras sin lesionarnos
Un fisioterapeuta nos ha dado unos sencillos consejos para aliviar las subidas y bajadas por las escaleras
El programa La comunidad ha visitado un bloque de vecinos en el que la instalación del ascensor se ha convertido en la semilla de un conflicto vecinal que ha divido a toda la comunidad: mientras que unos piensan que no es más que un capricho, otros dicen que lo necesitan para vivir con dignidad.
Y es que en esta comunidad de vecinos viven personas mayores y otras con problemas de salud (desgaste de cartílago, prótesis de rodilla, fibromialgia…) que apenas salen a la callen porque lo tienen muy difícil para subir y bajar las escaleras.
Los vecinos que apuestan por el ascensor han ofrecido diversas soluciones a los detractores de la instalación, como que los bajos no paguen o que los pisos más altos paguen un porcentaje, los medianos otro y los bajos otro.
A pesar de todas las propuestas, los “vecinos del no” siguen con la misma mentalidad y se defienden en que son mayoría. ¿Se trata de una cuestión de cabezonería? ¿Es, quizás, un problema económico?
Sin embargo, la Ley de Propiedad Horizontal faculta a la comunidad, en caso de vivir una persona mayor de setenta o un discapacitado, para poder llevar a cabo la obra sin necesidad de tener que ser aprobada por mayoría de votos. Según esto, en caso de ir a los juzgados, ganarían los “vecinos del sí”.
¿Cómo tenemos que subir y bajar las escaleras?
¿Cuánto tiempo podría transcurrir desde el comienzo del proceso judicial hasta la instalación del ascensor? Entre un año y medio y dos años y medio. Y, mientras que la resolución judicial o el acuerdo entre los vecinos llega y se instala el ascensor, ¿de qué manera pueden los vecinos con problemas aliviar las subidas y bajadas por las escaleras?
Jorge Gutiérrez, fisioterapeuta, nos ha acompañado para darnos algunos consejos que puedan ayudar a los vecinos en su día a día mientras llega el ascensor. “Es una solución temporal, pero podemos enseñaros técnicas para que duela menos, para que haya menos impacto articular”, cuenta Jorge.
Lo primero que explica el fisioterapeuta a los vecinos es que “hay una pierna que tenemos más afectada que la otra”. ¿Esto qué quiere decir? Que tenemos que subir con la pierna buena y bajar con la pierna mala. Para recordarlo, Jorge nos enseña una sencilla regla: “Se va al cielo siendo bueno y se va al infierno siendo malo”.
También es importante que nos acerquemos al borde del escalón y, a partir de ahí, subir. De esta manera, la articulación va a sufrir menos.
En el caso de aquellos suban o bajen las escaleras de lado, esta es una costumbre que tienen que abandonar, "ya que eso hace que una de las caderas sufra más y que, además, haya más tensión, ya que te tienes que estabilizar". La recomendación de Jorge es que siempre bajemos en perpendicular, "primero con la pierna mala y luego, despacito, con la pierna buena".
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