El Faro de Moncloa, a 92 metros de altura, nos ofrece una experiencia virtual única
Este lunes a las 22:30 h La comunidad nos descubre las dificultades de unos vecinos con problemas de movilidad que no tienen ascensor
JUAN SOLA
Madrid es una ciudad para vivirla, para disfrutarla y, cómo no, para observarla. La mejor manera de admirar el ambiente madrileño es hacerlo desde las alturas. Y a las alturas que nos vamos, porque el Faro de Moncloa nos ofrece una de las mejores panorámicas de la capital. Un ascensor que nos conduce de Madrid al cielo.
Subir al mirador del Faro de Moncloa es una experiencia única, tanto para turistas como para los propios madrileños y madrileñas. A través de sus enormes cristaleras la vista se pierde en la inmensidad de monumentos y lugares emblemáticos que coronan a Madrid.
El Palacio Real, la Catedral de la Almudena, la Plaza de España, el edificio de Telefónica en la Gran Vía o las Cuatro Torres son solo algunos de estos monumentos que destacan entre el mar de edificios. Sin olvidarnos del inmejorable telón de fondo que acompaña a la estampa: las cumbres de la Sierra de Guadarrama.
Una antigua torre de iluminación y comunicaciones
Los 110 metros de altura de la Torre de Iluminación y Comunicaciones del Ayuntamiento de Madrid (nombre oficial del popularmente conocido como Faro de Moncloa) se encuentran en la Ciudad Universitaria de Madrid, en el distrito de Moncloa-Aravaca, y la convierten en una de las construcciones más altas de la ciudad.
El Faro se construyó en 1992 como torre de iluminación y comunicaciones para celebrar que Madrid había sido escogida como Capital Europea de la Cultura. Sin embargo, al poco de inaugurarse, debido a fuertes vientos, algunas de las planchas metálicas que recubrían la torre se desprendieron y cayeron al suelo.
La torre contaba con una estrecha escalera en forma de espiral de tan solo 80 centímetros de ancho. Además, el pasamanos de esta escalera producía frecuentes descargas de electricidad estática cuando se tocaba.
Estas fueron algunas de las razones por las que el Ayuntamiento de Madrid cerró la entrada de visitantes al Faro en 2005, tan solo 13 años después de su construcción.
Un mirador a 92 metros de altura
En 2015 el Faro de Moncloa volvió a abrir al público convertido en uno de los miradores de Madrid más espectaculares: una plataforma de observación que se encuentra a 92 metros de altura permite contemplar la ciudad y la sierra madrileña.
El mirador cuenta con una barandilla informativa que repasa el crecimiento y la evolución de la ciudad a lo largo de su historia. Además, la barandilla nos ayuda a localizar los puntos de interés más famosas de Madrid gracias a reproducciones a escala de los principales edificios y enclaves de la capital, todas ellas acompañadas de datos y curiosidades.
¿Qué es Faro Explorer?
La experiencia de la visita se puede mejorar gracias a Faro Explorer. Este es un dispositivo tipo tableta que emplea la realidad aumentada: gracias a imágenes pregrabadas y a un telescopio virtual, nos permite hacer zoom sobre algunos de los monumentos y espacios que se pueden ver desde el Faro.
Gracias a los 20 aumentos de Faro Explorer y a la visión 360º de la torre, nos podemos trasladar virtualmente por los emblemáticos enclaves que han convertido a Madrid en una ciudad mágica, además de aprender más sobre ellos gracias a la información asociada.
El precio del alquiler de Faro Explorer es de 5 € por dispositivo y sesión, que dura media hora.
De martes a domingo de 9:30 a 20 (última subida a las 19:30 horas).
Horario taquilla:
De martes a viernes de 9:30 a 14:30 y de 15:30 a 19:30 horas.
Fines de semana de 9:30 a 14:00, y de 14:30 a 19:30 horas.
Tarifas:
General: 4 €.
Reducida: 2 € (niños entre 7 y 14 años (ambos inclusive), mayores de 65 años (inclusive), desempleados y personas con discapacidad y un acompañante).
Superreducida: 1 € (niños hasta 6 años (inclusive); guías turísticos con Carnet Oficial de la Comunidad de Madrid; guía turístico que acompañe a un grupo de, al menos, 9 personas; y profesores o monitores que acudan con grupos escolares o de servicios sociales).