Ropa sostenible hecha con naranja, leche y aguacate

¿Alguna vez se han imaginado ropa confeccionada con bambú, fibra de plátano o pétalos de rosa? Así son los diseños de Cayena World, una marca española que ha apostado fuertemente por lo sostenible y lo biodegradable.

La diseñadora madrileña Paula Palomino es la creadora de este proyecto que aúna las tendencias sostenibles con la belleza de sus prendas. "Todo el proceso es manual, por lo que cada prenda tiene mucho trabajo detrás".

Paula nos cuenta que esto es como ir al supermercado: "Aquí tengo la leche, el plátano, la piel de naranja...". Materias primas para elaborar el tejido de sus creaciones. Además, todos estos tejidos "están certificados. Organizaciones del sector corroboran que, efectivamente, son sostenibles y biodegradables".

A través de textiles naturales, biodegradables y orgánicos como plátano, eucalipto, bambú, soja, leche o aguacate, tratan de crear diseños exclusivos de lujo con extraordinarias propiedades naturales. De hecho, algunas de sus creaciones tienen propiedades antibacterianas y beneficiosas para la salud.

Las prendas de Cayena World están "inspiradas en los lugares a los que vamos y las personas que conocemos"

La marca está especializada en los trajes de baño, que fabrican con fibras recicladas de plástico de botellas que recogen de las playas. Y es que el objetivo de Paula a la hora de crear sus diseños es "educar a la gente joven y las nuevas generaciones. Enseñarles que hay alternativas en el sector de la moda y que son interesantes y bonitas".

Cayena cree firmemente en la investigación de nuevas alternativas de materiales para abordar los problemas actuales de sostenibilidad y residuos. Por eso respetan enormemente el proceso de selección de materiales y sus tejidos se obtienen con responsabilidad y cuidado.

Además, Cayena World también está muy comprometida con la mujer. Sus colecciones están diseñadas y producidas por mujeres de España, Turquía e India con el objetivo de empoderar a las mujeres de todo el mundo.

Las tres fábricas con las que trabajan fueron fundadas y están dirigidas por mujeres y cada una de sus prendas encierra la promesa de contribuir a mejorar las oportunidades de las mujeres en la industria de la moda: trabajar en un entorno seguro, educarlas sobre la autoestima y ayudar a enfrentar la desigualdad de género.