¿Qué curiosidades esconde el Palacio de Cristal del Retiro?

El Retiro es el pulmón verde de Madrid. Sus 118 hectáreas lo convierten en un lugar único para ir a pasear y realizar actividades al aire libre. Además, este popular lugar situado en pleno centro de la ciudad esconde auténticas joyas llenas de historia. Una de ellas es el Palacio de Cristal.

Escondido en una pequeña arboleda y a orillas de un pequeño lago artificial se levanta este mágico y encantador edificio de hierro y cristal. Un escenario que nos retrotrae a un Madrid de otra época y que se convierte en visita obligada para turistas y madrileños.

¡Te contamos cinco curiosidades sobre el Palacio de Cristal de El Retiro!

Un invernadero para acoger la flora filipina

El Palacio de Cristal se levantó en 1887 a instancias del Ministerio de Fomento. Su diseño corrió a cargo del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, que también fue el encargado del cercano Palacio de Velázquez.

También diseño el entorno paisajístico, dando vida al estanque situado a los pies de su escalinata, que se hunde bajo el agua. La pequeña gruta que discurre por un lateral del lago también tiene su firma.

La finalidad del edificio fue la de albergar una colección de flores y plantas exóticas como parte de la Exposición General de Filipinas que se celebró en Madrid. De ahí que tuviera un diseño de 'invernadero': tenía que pasar mucha luz y esta era la mejor forma de conservar y mostrar la fauna tropical de la que, por aquel entonces, era colonia española.

Tras el evento se empleó como sede de la Exposición Nacional de Bellas Artes, que se celebraba cada dos años.

Un edificio de hierro y cristal

Imitando el estilo del 'Crystal Palace' de Londres, obra de Paxton, el Palacio de Cristal se construyó, casi en su totalidad, con hierro y cristal. De hecho, fue el primer edificio no industrial de España que se levantó utilizando estos materiales.

El Palacio tiene una planta de cruz griega e imita la cabecera de una iglesia gótica. Al diseño se le quitó uno de los brazos de la cruz para introducir el portal de entrada, que mira al lago.

El edificio se encuentra sobre una base de piedra y ladrillo, decorada con un friso de cerámica fina. Estos azulejos que decoran todo el perímetro son obra del ceramista Daniel Zuloaga y están decorados con dragones, estrellas y flores.

Además del hierro forjado de la estructura, encontramos piezas de hierro colado, como las caras de angelotes que adornan la cornisa superior y que sirven de apoyo a los canalones de la lluvia. Las columnas del pórtico, de estilo jónico, son de piedra sobre una base de hormigón y las escalinatas de granito.

Una cúpula de casi 23 metros de altura

Las obras de construcción tardaron cinco meses. El edificio está coronado en el centro por una cúpula acristalada de cuatro paños que alcanza los 22,60 metros de altura y que sobresale por encima del resto de cubiertas.

Las naves laterales se elevan 14,61 metros y el edificio mide 54 metros de largo por 28 de ancho.

Unas Cortes improvisadas

El 10 de mayo de 1936, el Palacio de Cristal se convirtió en el escenario en el que se proclamó a Manuel Azaña como presidente de la II Segunda República Española.

Las Cortes se habían quedado pequeñas para acoger a la asamblea mixta de diputados y compromisarios y este edificio del Retiro fue el elegido para la votación y toma de posesión de Azaña.

Sede de exposiciones de arte contemporáneo

En 1975, el Palacio de Cristal sufrió una importante restauración, que corrió a cargo de Ángeles Hernández-Rubio. La arquitecta eliminó algunas adiciones del diseño, como un almacén de ladrillo adosado en la parte posterior. También repuso elementos perdidos o cegados y devolvió a la estructura su finalidad original, permitiendo su uso como sala de exposiciones.

Entre 1994 y 1998 se llevó a cabo un segundo proceso de restauración. José de la Dehesa consolidó la estructura de metal, renovó los sistema de seguridad y las instalaciones y reintegró los elementos decorativos, cerámicos y de cinc.

Desde 1990 el Palacio de Cristal es una de las sedes del Museo Reina Sofía. Junto con el Palacio de Velázquez, es uno de los dos emplazamientos que este museo posee en el Parque de El Retiro de Madrid. Por eso, a la hora de visitarlo, siempre podrás disfrutar también de exposiciones de arte contemporáneo.