La Otra Agenda nos descubre algunas de las terrazas más secretas de Madrid
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Escondidas en los jardines de un palacio, en la azotea de un edificio, al borde del agua o como un oasis en medio de la ciudad. Ha llegado el verano y, con él, el 'terraceo'. En La otra agenda nos descubren algunas de las terrazas más secretas de Madrid.
Cielos azules y rayos de sol que se cuelan por la ventana. ¡El verano ya está aquí! Las ganas de salir a la calle suben como la espuma y el 'terraceo' se impone como plan principal en la capital.
Bocanegra, amantes de los animales
Escondida entre el asfalto urbano, aunque con aires palaciegos, encontramos Bocanegra. Este refrescante rincón se encuentra en los jardines del Palacio del Marqués de Casa Riera, un histórico espacio protegido.
Aquí encontramos una carta mediterránea con toques internacionales. "Una carta divertida y con una presentación diferente", nos cuenta Inma Gálvez, responsable de la Terraza Bocanegra.
Las croquetas, la tempura de berenjena con miel de caña y el tartar de salmón, aguacate y mango son algunas de sus especialidades. Además, en Bocanegra son expertos en preparar sangría. "Tenemos una sangría muy especial con un vino sin azúcar".
En total, quinientos metros cuadrados en pleno corazón de Madrid y con un valor añadido: son amantes de los animales. ¡Podemos venir con nuestras mascotas!
Una terraza sobre el Mercado de San Antón
Sobre los puestos de pan, las charcuterías y las fruterías del Mercado de San Antón se encuentra este tesoro. Hablamos de la Terraza de San Antón, la única terraza que se encuentra en la azotea de un mercado.
"Tenemos aspersores para cuando hace mucho calor y, por la noche, una iluminación muy bonita con bombillas", explica María Rodera, relaciones públicas del local. Además, el espacio dividido en una zona de mesas altas y bajas y una zona de chill out.
El Ancla, a orillas del lago
A falta de mar en la capital, bueno es el lago de la Casa de Campo. Junto a él encontramos la terraza de El Ancla, un establecimiento que ha abierto sus puertas durante la pandemia.
"El sitio se encuentra rodeado de árboles centenarios que proporcionan una sombra maravillosa", comenta Luis García, propietario de El Ancla del Lago.
Este entorno idílico se complementa con una carta donde calidad y cantidad van de la mano a precios razonables. Los pescados son sus platos estrella: lubina, rodaballo, almeja gallega o gambas son solo algunas de las opciones. Y también podemos pedir carnes a la parrilla o un delicioso arroz con bogavante.