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Hoy por hoy, el desarrollo de bacterias resistentes a este tipo de medicamentos constituye una de las amenazas más serias para la salud pública; las bacterias multirresistentes causan 33.000 muertes al año en Europa y generan un gasto sanitario adicional de unos 1.500 millones de euros.

El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos es una de las principales causas de este problema en el que todos tenemos parte de responsabilidad. La solución también está en manos de todos. Por ello, se ha creado un plan para frenar este mal uso de los medicamentos. Este plan estratégico y de acción tiene como objetivo reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos y reducir el impacto de este problema sobre la salud de las personas, preservando de manera sostenible la eficacia de los antibióticos existentes.

El Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos tiene seis pilares:

1. Vigilancia del consumo y de la resistencia a los antibióticos.

2. Controlar las resistencias bacterianas.

3. Identificar e impulsar medidas alternativas y/o complementarias de prevención y tratamiento.

4. Definir las prioridades en materia de investigación.

5. Formación e información a los profesionales sanitarios.

6. Comunicación y sensibilización de la población en su conjunto y de subgrupos de población.

Con estas bases podremos empezar a poner fin a ese mal uso de los antibióticos que está poniendo en peligro su existencia.