Se trata de una rebanada de pan empapada en leche, rebozada con huevo y frita en aceite, que se endulza con azúcar y un toque de canela. Pero, ¿de dónde vienen? En ‘La Redacción’, las historiadoras María y Laura Lara nos han contado el origen de este manjar.
¿Por qué son típicas de Semana Santa?
Las torrijas, junto con los buñuelos y la mona, son uno de los dulces por excelencia de esta fecha, pero su origen se encuentra mucho antes. En nuestro país ya aparecía documentada en el siglo XV, en la época de los Reyes Católicos, y, al parecer, era un plato indicado para la recuperación de parturientas ya que se creía muy útil para estimular la secreción de leche en las madres.
No se sabe a ciencia cierta cuál es su origen, pero se cree que se comenzó a incluir en Semana Santa para compensar los períodos de abstinencia de algunos alimentos. "En 1591, cuando Madrid llevaba siendo tres décadas la capital, aparece 'torrija' en el diccionario", han explicado las historiadoras del programa.
Las torrijas se asocian a tiempos difíciles y, al ser un plato barato compuesto con restos de pan, se trata de un postre delicioso con poco dinero. "A lo largo del tiempo se ha utilizado también como trance de enfermedades", han resaltado las expertas.
Los pestiños
Se trata de un postre marroquí, típico de Andalucía, que se remonta al siglo XVI. El secreto de la masa está en que debe quedar muy elástica y fina, casi transparente.
Una vez bien afinada al máximo, la masa se dobla en dos esquinas opuestas plegadas hacia el centro y se fríen en aceite de oliva. A continuación, llega la hora de bañarla en una almíbar de miel y ya tenemos un postre exquisito.
En 'La Redacción', el periodista Javier Bastida se ha desplazado hasta Inclán Brutal Bar para aprender con el chef Joaquín Serrano el secreto de este postre.