¡Recorremos el curioso origen de las calles de Madrid!

¿Sabes dónde está la calle del Pez? ¿Y sabes por qué se llama así? ¡María y Laura Lara nos lo cuentan en "Un, dos, tres... Históriame otra vez"! Nuestras historiadoras nos hacen un recorrido por calles de Madrid vinculadas con animales y con el agua.

La calle del Pez es una céntrica vía que forma parte del universo literario de Galdós y Baroja. Felipe II compró la finca que ocupaba esta zona repleta de pozas y estanques. Un día el agua comenzó a mermar y en tan solo una semana fueron desapareciendo todos los peces. El último de ellos murió en presencia de Blanca Coronel y, para consolarla, su padre hizo que esculpieran un pez en el chaflán de la casa. De ahí el nombre de la calle.

También visitamos la calle de la Abada, que significa rinoceronte. Existen dos hipótesis de porqué tiene este nombre. Una de ellas nos habla de que el gobernador de Java le regaló una abada a Felipe II. La otra, que llegaron a Madrid unos feriantes portugueses con sus animales. Los madrileños hacían cola para ver a los existen animales a los que llevaban comida. A la abada, en concreto, le llevaban pan y, al comérselo, como el pan estaba muy caliente, la abada enloqueció y embistió a un muchacho.

Y ahora es el turno de la calle del Oso. Parece ser que aquí se encontraba la jaula de un saltimbanqui, a la que entró un niño y el oso le atacó. Según la leyenda, la Virgen salvó al niño de morir de un zarpazo. Esta calle ha sido testigo de célebres nacimientos, como el de Pedro de Rivera o Ana Belén. Además, en verano se celebran las fiestas de San Cayetano, con chotis, pasodobles y verbenas.