MONCHO CHAVEA, músico y productor, conocido como "el rey del trap gitano", vive en el barrio de Pan Bendito mientras sus producciones discográficas ya están dando la vuelta al mundo. Moncho Chavea, cantante y productor, suma millones de seguidores en redes y visitas en internet, cuesta definir su estilo, pero ya se le conoce como “el rey del trap gitano” y, además de su éxito como músico, es uno de los productores del momento. Es vecino del madrileño barrio de Pan Bendito, un barrio que no ha abandonado por el hecho de ser famoso o poder vivir de manera desahogada.
Ramón Velasco Jiménez conocido como “Moncho Chavea” siempre mostró un gran interés por todo lo relacionado con la música y el arte, sus primeros instrumentos fueron las papeleras y los bancos de los parques y ya llamaba la atención entre sus profesores por su oído e interés por la música. Sus primeras programaciones musicales las hizo de manera autodidacta con un ordenador sacado de la basura. La suya es una historia de superación; procedente de un barrio humilde, de familia gitana y una persona con firmes convicciones religiosas, no ha perdido en ningún momento sus referentes, pese a convertirse en un personaje popular. Padre de familia, intenta en todo momento inculcar a sus hijos los principios que le han permitido gestionar el pasar de vender bisutería en el metro a conducir un Porsche Panamera por las calles de su barrio y seguir siendo la misma persona.
Artistas de renombre, como Rosalía, se han declarado seguidores del arte del Moncho Chavea…que colabora habitualmente con otros músicos y cantantes como Omar Montes, Original Elías, Ana Mena, Yotuel Romero o Beatriz Luengo, entre otros.
Con Moncho Chavea hablamos en “La Regadera” de Onda Madrid de su vida y su trayectoria…cómo convive con la fama y con la agorafobia, que padece desde hace años, o cuáles son los principales estereotipos en torno a los gitanos. También repasamos algunos de sus éxitos musicales y, además, nos presenta su sencillo más reciente, el tema “No me enamoro”. El sonido “Chavea” ha llegado para quedarse.
