El miércoles a las 22:45 h. buscamos respuestas al problema del juego
Sandra Lázaro
Es un domingo de enero, la lluvia inunda Madrid y el color dorado de las luces del cartel del bingo se proyecta en los charcos de la calle O’Donnell. Emilia, una jubilada de 65 años, mira una vez más, desde una marquesina paralela: "Iba con mi padre al bingo desde que era joven. Por aquel entonces, los cigarros se consumían por el propio humo de la sala. Ahora las arrugas y el juego me consumen a mí".
"Tengo una enfermedad", afirma observando los coches en movimiento. "Cuando hablo de mi problema con el juego la gente lo mira como si fuese un vicio y es una enfermedad", reitera. Tres de cada cuatro personas afirma haber jugado a este tipo de juegos de manera presencial, según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego: "La ludopatía te engancha. Yo me llegué a gastar mi pensión".
El gasto medio en un salón de juego supera los 14 euros
"Ganar es lo peor que te puede pasar cuando tienes adicción al juego", afirma Ricardo; tiene 43 años y hace 15 que comenzó su terapia contra la ludopatía: "Tuve un accidente y me descubrieron una enfermedad rara. A partir de ese momento comencé a jugar a las máquinas, de ahí pasé al bingo online", comenta, y es que, según su testimonio, "el juego te engancha tanto que pierdes la noción de los gastos".
Ricardo decidió ir a terapia con ayuda de su mujer: "Sin mi familia no hubiese podido salir de esto. Es importante sentirte querido, son los únicos capaces de sacarte de esa burbuja", explica una vez ya recuperado.
El número de locales de azar ha aumentado en los últimos cinco años hasta situarse en un total de 719, según datos de la Comunidad de Madrid. Tan solo Carabanchel y Puente de Vallecas suman 135 locales, más que en toda Cataluña. Bravo Murillo, con 26 locales, es la calle que cuenta con más casas de apuestas de Madrid.
Después de Madrid, las ciudades con mayor número de puntos de apuestas de la Comunidad son Fuenlabrada, con 28 (4,1% del total); Móstoles, con 26 (3,8%); Alcalá de Henares, con 22 (3,2%) y Leganés, con 20 (2,9%).
Las casas de juego se concentran, preferentemente, en Sol y Bellas Vistas, dentro de la almendra central; y en los barrios periféricos del sur próximos a la M-30 como Aluche, Vista Alegre, San Isidro, Moscardó-Almendrales, San Diego, Numancia, y Quintana, según los datos de las Asociaciones Vecinales de la Federación Regional de Madrid.
De los 9.200 millones de euros que los españoles destinaron a apuestas en 2018, solo 2.000 millones se gastaron de manera presencial, y los 7.200 restantes se jugaron a través de apuestas online, según los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego.
Son las 8 de la tarde. Jaime, Pablo y Lucía salen de su facultad en Ciudad Universitaria. Se dirigen hacía una casa de apuestas, como muchos días después de sus clases: "Nos tomamos algo y apostamos. Así se vive con más emoción el partido" corean. "Hay ambiente, se está bien", ríen mientras cierran la puerta.
La adicción al juego cada vez tiene víctimas más jóvenes. Sociólogos lo comparan ya con el enganche a la heroína en los años ochenta: el juego, ¿la droga del siglo XXI? En La Solución buscamos respuesta a este problema que está en el epicentro de la polémica social.