Este lunes Jesulín de Ubrique de soplar 49 velas, un cumpleaños diferente, inmerso en la grabación de su propia serie documental en la que revivrá grandes momentos de su vida. Una vida de película, la de un torero que en la década de los 90 se convirtió en uno de los más mediáticos de los ruedos. Una época plagada de éxitos, tanto en los ruedos como en el plano sentimental.
En 1995 comenzó su relación con una desconocida Belén Esteban, en aquel momento la pareja se convirtió en una de las más perseguidas por la prensa. Junto a Belén el diestro se convirtió en padre, por primera vez. Su hija Andrea colmó de felicidad a su pareja. Pero las desavenencias de la colaboradora y su familia política dinamitaron su relación.
Una de las épocas más difíciles para Jesulín, marcada por la madrugada del 23 de septiembre de 2001, a escasos metros de su finca sufrió un gran accidente de tráfico que estuvo a punto de costarle la vida.Tras pasar casi un mes ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla el torero recibió el alta. Tuvo que hacer frente a una dura recuperación, pero la vida le brindó una nueva oportunidad de enamorarse.
En esta ocasión de María José Campanario. Tras un breve noviazgo, la pareja se casó en julio de 2002, nació su hija Julia, y 4 más tarde, Jesús. Y aunque ha vuelto a torear de forma esporádica, el diestro ha decidido vivir una vida más discreta. Al contrario que su hija Julia. Tras cumplir la mayoría de edad ha heredado la atención mediática de sus padres como influencer y sus relaciones sentimentales con varios futbolistas.
Tras 20 años de matrimonio, volvieron a ser padres con el nacimiento de su hijo Hugo, una nueva ilusión con la que hace frente un nuevo año cuando se prevé que salga a la luz la serie documental sobre su vida.