Vallecas identifica a dos distritos. El viejo pueblo, Villa de Vallecas y el Puente con seis barrios. Uno de ellos, Entrevías – El Pozo con protagonismo propio en la historia de Madrid. En las calles de Vallecas han crecido deportistas de élite, payasos populares, cantautores. Y los hijos y nietos de cientos de inmigrantes que llegaron al barrio y pelearon por una vida digna. Todos han construido la identidad de un barrio que desde lo alto mira orgulloso a Madrid.
Nuestros vecinos viven en el Puente; en el eje de la Avenida de la Albufera, la antigua carretera de Valencia, columna vertebral del distrito. A izquierda y derecha de la avenida se abren las calles donde han construido su vida. Algunos desde los años cuarenta del pasado siglo. Entonces buena parte de Vallecas era campo.
Vallecas comienza al otro lado de la M-30 donde estuvo hasta 1983 el puente de los Tres Ojos que cruzaba el Arroyo de Abroñigal. A principios del siglo XX muchos obreros se asentaron en el Puente de Vallecas. El Puente no era todavía Madrid. Formaba parte del pueblo de Vallecas. De aquel tiempo permanece esta iglesia, alguna taberna o esta tienda de ultramarinos próxima al metro que llegó al Puente en 1923.
Vallecas sufrió duramente la Guerra Civil. Sobre todo, en Entrevías. Desde entonces los vallecanos conformaron su carácter reivindicativo y progresista. En 1950 Vallecas se anexiona a Madrid. Ese año se inaugura el mercado del Puente. Después lo hará el de Doña Carlota. La falta de medios era lo común entonces para muchos vecinos de Vallecas y de España.