Carlos González Navajas, Psiquiatra del Hospital de la Luz, nos ha hablado hoy de Onicofagia, o lo que es lo mismo el hábito de comerse las uñas. Llevarse la mano a la boca para comerse las uñas es un mecanismo que se hace casi automáticamente con el fin de liberar ansiedad.
Generalmente se comienza a comer las uñas en la infancia o la pre adolescencia, pero hay que intentar evitar este hábito que puede llegar a ser tan severo que produzca deformaciones de las uñas y de los dedos.
Existen algunos consejos para intentar modificar esta conducta. Lo más importante es ser consciente del problema e intentar saber en qué momentos has conseguido no comerte las uñas. Por otro lado, intentar dejar de comerse las uñas por una cuestión estética. Sin duda, para dejar que comerse las uñas hay que querer hacerlo y tener fuerza de voluntad.