(Actualizado

Un cruce de caminos, un mar de tejados, un laberinto de calles y gente arriba y abajo. Esto es Madrid. Una ciudad que, aunque parece abarcable desde el cielo, no se puede abrazar de una vez. Para conocerla hay que ir poco a poco, escogiendo cada vez alguna de sus incontables historias. Madrid desde el aire nos presenta en este recorrido un viaje a través del espacio y del tiempo para atrapar el pasado de Madrid y sentir sus latidos, para sumergirnos en ‘Madrid, el corazón’.

La Puerta del Sol bien podría ser el corazón de Madrid. Este lugar ha sido el escogido por los madrileños desde hace años para sus celebraciones, sus duelos y sus protestas. Esta plaza presume de algunos de los símbolos más castizos de toda la ciudad, como el Oso y el Madroño, la Mariblanca, el Kilómetro Cero y el reloj con el que cada 1 de enero todos los españoles damos la bienvenida al nuevo año.

La Plaza Mayor es la joya del Madrid de los Austrias. Con 400 años de antigüedad, es tan grande como un campo de fútbol y es una de las primeras plazas cuadradas de nuestro país y un icono de la ciudad. Un espacio que ha servido para festejos, corridas de toros, coronaciones y beatificaciones como la de San Isidro.

La Plaza de la Villa es otra de las que también merece toda nuestra atención, en la que se encuentran los edificios civiles más antiguos de Madrid. De hecho, durante 300 años el ayuntamiento estuvo situado en este emplazamiento.

Sobre la antigua mezquita del Mayrit islámico se levanta la catedral de la Almudena. Cuenta la leyenda que la imagen de la virgen se encontró a principios del siglo XI cuando, al paso de una procesión, una parte de la muralla se vino abajo y dejó al descubierto esta imagen junto a dos cirios encendidos. Y de igual manera, el Palacio Real también se erige sobre otra antigua construcción islámica: el antiguo alcázar a raíz del cual se originó el Madrid que todos conocemos hoy en día.

Paseamos por la calle Arenal para detenernos en la popular Chocolatería de San Ginés y en la casa museo de Ratón Pérez. Y es que en el número ocho de esta céntrica calle tiene su residencia oficial el conocido Ratoncito Pérez.

También recorremos la calle Alcalá y sus históricos y emblemáticos edificios, como la sede central del Banco de España. Aquí descubrimos uno de los secretos mejor guardados: la cámara acorazada que guarda las reservas de oro de España. Y aprovechando que estamos por la zona, visitamos las fuentes de Cibeles, Apolo y Neptuno y el museo del Prado, todo obra de Carlos III.