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Los madrileños tenemos muchas cosas de las que poder presumir, y sus cumbres nevadas son algunas de ellas. “Montes de color acero” escribió Baroja. “Azules montes” los llamó Machado. Hablamos de la Sierra de Guadarrama. No es la más grande ni la más alta, pero es capaz de enamorar a todos cuanto se acercan a ella. Madrid desde el aire nos invita a descubrir el secreto de la fascinación que ejerce “La Sierra de Madrid”.

La Sierra de Guadarrama discurre con orientación noroeste-suroeste, sus límites recorren un perímetro de 275 kilómetros y es la frontera natural entre Madrid y Segovia. En 2013 fue declarada Parque Nacional, lo que garantiza la conservación de todos sus tesoros naturales, que no son pocos.

La pasión por el Guadarrama viene de lejos y en ella tuvieron mucho que ver escritores, artistas e intelectuales de principios del siglo XX, que suscribieron con entusiasmo la moda del redescubrimiento de la naturaleza y del deporte al aire libre. Con su personal estilo, Gloria Fuertes escribió desde Estados Unidos: “Cambio rascacielos de Nueva York por pino de Cercedilla”.

Precisamente Cercedilla es el punto de partida de numerosas y populares rutas de excursión por la sierra, como la que conduce hasta el puerto de la Fuenfría a través de la calzada construida en el siglo XVIII por la dinastía borbónica para desplazarse al Palacio de la Granja. O la que asciende al pico de la Peñota a 2.000 metros de altura, una de las primeras cimas del valle, situada justo encima de Cercedilla.

Esta localidad de unos 7.000 habitantes ha sido refugio de artistas, empresarios y políticos y podría considerarse como el germen del excursionismo y del montañismo madrileño, además del esquí español. Un museo rememora los orígenes de este deporte en nuestro país allá por el siglo XX. De este municipio han salido multitud de reconocidos esquiadores, como los Fernández Ochoa.

La Línea C-9 de Cercanías Madrid parte de la estación de tren de Cercedilla y pasa por el puerto de Navacerrada hasta llegar al puerto de Cotos. Desde aquí se inicia la subida al macizo de Peñalara (2.428 metros), la cumbre más elevada, el techo de la Comunidad de Madrid. Aquí también encontramos uno de los lugares más singulares y bellos de la sierra, la Laguna Grande de Peñalara, la más importante de este conjunto de humedales de origen glaciar que tienen más de 10.000 años de antigüedad.

La Bola del Mundo o Alto de las Guarramillas es una de las montañas más famosas de la Sierra de Guadarrama debido a las antenas repetidoras de señal de televisión que encontramos en su cumbre. Además, sirve de orientación a los senderistas y es el comienzo de dos rutas emblemáticas: la difícil y escarpada Maliciosa y la Cuerda Larga, una de las travesías más importantes y difíciles de toda la sierra debido a su gran longitud y a su desnivel acumulado.

Y no nos podíamos olvidar del singular relieve de La Pedriza. Situada en la vertiente sur de la Sierra de Guadarrama, se caracteriza por un conjunto de peñas y riscos de formas caprichosas. Con más de mil vías, es la zona de escalada más importante de la Comunidad de Madrid.