Visitamos el único castillo de Madrid

Sin salir de la ciudad de Madrid podemos visitar la única fortaleza de la Edad Media que perdura en la ciudad. ¡Hasta tiene parada de metro! Hablamos del castillo de la Alameda, también llamado castillo de Barajas o castillo de los Zapata.

Situado en el barrio de Alameda de Osuna y dentro del actual distrito madrileño de Barajas, esta fortaleza fue construida en el siglo XV en un terreno que, por aquel entonces, pertenecía a La Alameda, una aldea de repoblación del siglo XIII.

“(…) muy buen castillo de cal y canto, nuevamente reparado con su foso y torreones, y en él plantadas ocho muy buenas piezas de bronce, con otras de hierro colado, y muchos arcabuces y ballestas turquesas, con otras muchas armas, para seguridad y defensa del mesmo castillo”.

Construido con sílex y cal, el castillo de La Alameda es de pequeñas dimensiones, con una superficie interior de aproximadamente 200 m². Un espacio que presenta una planta rectangular con esquinas redondeadas. Solo dos de sus torres se mantienen en pie: una cuadrangular en el ángulo noroeste y otra cilíndrica en el extremo opuesto.

El castillo de la Alameda se levantó en torno al siglo XV, probablemente en 1475, como castillo señorial y residencia fortificada de los señores de Barajas. Años más tarde, en 1575, los Zapata prosperaron notablemente y recibieron el título de Condes de Baraja, por lo que el castillo recayó sobre ellos. El conde lo convirtió entonces en una villa de recreo, la primera de las que luego se establecerían a lo largo del Camino de Aragón, como el cercano Capricho de los Duques de Osuna o las Villas de Torre Arias y Suanzes, junto a la calle de Alcalá.

Y es que, a lo largo de su historia, esta construcción ha sufrido diferentes transformaciones y ha pasado por diversos usos. En el siglo XVI, por ejemplo, pasó a ser un palacio renacentista y se convirtió en una de las villas de veraneo de la aristocracia madrileña. Y eso no es todo, ya que en la Guerra Civil fue empleado como fortín del bando republicano y, a su lado, se puede seguir apreciando lo que en su día fue un nido de ametralladoras.

Asentamientos de la Edad del Bronce y la época romana

El monumento está clasificado como singular por el PGOUM (Plan general de ordenación urbana). Además, está incorporado al sistema de ‘Museos de Madrid’, donde se realizan talleres para escolares y actividades en verano.

Un parque público conserva dentro de él los vestigios de todas las épocas que han sido testigo de este entorno: un poblado prehistórico, el castillo luego convertido en palacio, el cementerio y el panteón y el nido de ametralladoras.

Bajo el castillo y en sus alrededores, existen restos de asentamientos antiguos desde la Edad del Bronce hasta la época Romana. A partir de 1996 se realizaron en el lugar y en sus inmediaciones excavaciones arqueológicas que sacaron a la luz estos descubrimientos.

En la actualidad su titularidad corresponde al Ayuntamiento de Madrid, que lo adquirió por cesión urbanística. Una construcción que se encontraba en estado de semirruina y que ha sido restaurado y ahora cuenta con un museo abierto al público.