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(Actualizado

Se cumplen 500 años de la llegada a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) de la nao 'Victoria', comandada por el marino vasco Juan Sebastián Elcano. Tres años después de su partida, la embarcación completó la que aún hoy en día es considerada la mayor gesta náutica de la Historia, un hazaña de la humanidad que ha sido comparada al primer viaje a la Luna.

La hazaña fue una sorpresa. Nadie les esperaba ya. La expedición, cinco naos españolas capitaneadas por el portugués Fernando de Magallanes con 234 hombres, había partido de Sevilla el 10 de agosto de 1519 y de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre, con el encargo del monarca español Carlos I, de abrir una ruta por el oeste rumbo a las preciadas Islas de las Especias (Molucas).

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Casi un año después, en noviembre de 2020, antes de atravesar lo que quedaría bautizado como el Estrecho de Magallanes y después de una revuelta, la nao 'San Antonio' abandonó la expedición y regresó a España. Dio entonces noticias de que había perdido de vista al resto de las naves, por lo que se extendió que habían desaparecido.

Nada más llegar a Sanlúcar, Elcano, a bordo del barco, escribió al ya emperador Carlos V una carta para contarle cuanto antes la noticia: "Hemos descubierto y dado la vuelta a la redondez del mundo".

Elcano a Carlos V: "Hemos descubierto y dado la vuelta a la redondez del mundo"

Uno de los documentos que custodia el Archivo de Indias refleja las cuentas de los gastos que ocasionó la llegada de aquella nao, con 18 hombres agotados y desnutridos.

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Por ellas se sabe que el primero socorro que recibieron fue subir a bordo diez arrobas de vino, un cuarto de res (equivalente a unos 30 kilos de carne), seis hogazas de pan, y 51 maravedíes de melones y que se pagó el sueldo a ocho hombres para que ayudaran en la maniobra de remolcar la nao, pues su tripulación no tenía fuerzas.

A pesar de todo, se calcula que la expedición, financiada por la monarquía española y un comerciante de Burgos, resultó tan rentable que se quintuplicó la inversión, pues la nao traía sus bodegas llenas de clavo, un producto de lujo entonces por el que obtuvieron 6.680.551 maravedíes.

La 'Victoria' apenas estuvo una jornada en Sanlúcar, porque al día siguiente fue remolcada por el río Guadalquivir, hasta Sevilla, donde concluía oficialmente su viaje.