El Bosque Metropolitano es uno de los proyectos más ambiciosos del Madrid futuro. El objetivo es mejorar la calidad del aire uniendo grandes zonas verdes de la ciudad, que actuarán además como un refrigerador natural.
Se trata de un anillo circular de 75 kilómetros que conectará parques, bosques, humedales y otros ecosistemas ya existentes, desde El Pardo, pasando por el curso del Jarama y del Manzanares, con nuevas zonas verdes y otras infraestructuras.
Para ello, se plantarán 450.000 árboles, la mayoría autóctonos, así como puentes y túneles, tratando de que ser lo más natural posible y menos intervencionista.
El proyecto está dividido en cinco lotes que se ejecutarán en un periodo de 12 años.
El primero, la corona noroeste conecta El Pardo con Valdelatas y la Casa de campo, con objetivos como recuperar los espacios para el águila imperial ibérica y los sotos y riberas del Manzanares.
En la corona noreste se creará una avenida forestal de 24 kilómetros que conectará los parques ya existentes de Valdebebas y el Parque Juan Carlos I , entre otros espacios verdes.
La tercera corona, la del sureste, será la de mayor extensión con 3.700 hectáreas en torno al ensanche de Vallecas o el Cerro de la Herradura. Se recuperarán espacios degradados como la Cañada Real o Valdemingómez.
La corona sur actuará sobre los humedales del Arroyo de la Gavia y el parque fluvial que conecta el Manzanares y el Jarama.
Por último, en la corona suroeste, se creará un amplio corredor verde que conectará el Manzanares con el Guadarrama. El aeródromo de Cuatro Vientos se convertirá en un parque agroecológico.
Además de las actuaciones en las cinco coronas, el proyecto contará con un espacio verde muy especial, el ‘Bosque de los abrazos perdidos’, un guiño a las personas que han fallecido por el coronavirus. Se levantará en una parcela cercana al Campo de las Naciones y los familiares pueden pedir que se plante un árbol en nombre de la persona fallecida.