Your browser doesn’t support HTML5 audio

(Actualizado

Edurne Pasabán abrió camino en el alpinismo femenino. La deportista guipuzcoana sabe muy bien lo que es romper techos de cristal ya que fue la primera mujer en coronar los 14 ochomiles, las cumbres más altas del planeta: “Yo practiqué un deporte muy masculinizado donde muy pocas mujeres lo hacíamos, al menos en el Himalaya”, explica Edurne en Madrid Directo.

“Los 10 años que me dediqué por completo a escalar los ochomiles, hasta el material estaba pensado solo para hombres”, continúa diciendo.

La Comunidad de Madrid reconoce la conciliación de maternidad y carrera premiando a Ona Carbonell, Paloma Blanco o Cristina Oria

Los inicios no fueron fáciles. Edurne hizo su primera gran cumbre después de cuatro intentos. En ese periodo tuvo que superar la frustración del “déjalo“. “Escuchaba de todo: ya está, ya lo has intentado, céntrate… Claro, yo lo interpretaba como céntrate en lo que tiene que hacer una chica a los 24 años… Tenía que escuchar estas cosas porque era mujer”, cuenta la deportista.

Pero Edurne hizo caso omiso a las recomendaciones y no cejó en su empeño de practicar el alpinismo como profesional. La clave del éxito está en la confianza, sostiene la deportista, pero, como si fuera una cumbre más, ésta no es fácil de alcanzar.

“Tenemos que creer más en nosotras y escucharnos para escribir nuestro propio libro de vida”

A ese primer ochomil le fueron sucediendo otros, pero no fue hasta el séptimo cuando Edurne tuvo plena confianza en sus posibilidades: “Mi entorno me hacía dudar muchas veces de lo que estaba haciendo”, asegura.

Esta campeona excepcional, que recibió en 2010 la Medalla de Oro al Mérito Deportivo, ha plasmado su experiencia en un libro, ‘Objetivo confianza’, además de impartir charlas y seminarios.

Edurne quiere dejarnos un mensaje para todas las mujeres: “Tenemos que creer más en nosotras y escucharnos para escribir nuestro propio libro de vida”.