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(Actualizado

María Folguera nos presenta su última novela ‘Hermana (Placer)’, publicada en Alianza Editorial, una historia de amistad y ruptura entre dos mujeres antagonistas, con el Madrid de la pandemia como telón de fondo.

La novela pivota sobre dos ejes, el de la amistad y el de la investigación. La protagonista recopila en la enciclopedia de los buenos ratos, aspectos positivos de mujeres a las que admira, a modo de superación del martirologio que persigue a la mujer históricamente.

"Siempre nos contaban la historia de las escritoras a través de sus fracasos personales"

“En ese sentido es una novela autoficticia porque me identifico con la protagonista. Durante muchos años, los referentes de escritora y de mujer admirable estaban marcadas por el sacrificio. Siempre nos contaban la historia de las escritoras a través de sus fracasos personales, su locura … Por eso se propone recuperar la alegría y los triunfos personales de las mujeres a las que ella admira”.

La novela se sitúa temporalmente en la primavera de 2020. Con la aparición de la pandemia del coronavirus, María no tenía más remedio que incluirla en su libro: “Ha sido una invitada inesperada: “La catástrofe nos ha afectado a muchos en las relaciones privadas, por eso me parecía bonito que la amistad de las amigas pasara por un acontecimiento como este”, explica la autora.

Madrid es el escenario en el que se desarrolla la trama pero, de alguna manera, también interviene en la historia: “Me gustaba este antagonismo entre la protagonista, arraigada a Madrid y su amiga, de espíritu nómada, que siempre piensa en huir de la ciudad”, cuenta María. “Son muy distintas pero se animan a crear”, continúa diciendo.

"La complicidad con tus hijos no admite simulacros"

“Me identifico con el factor raíz de la protagonista porque también desarrollo esa pasión por Madrid. Cuanto más descubro de la ciudad, más me gusta, aunque también fantaseo mucho con huir, porque esta gran urbe oprime bastante”, dice la escritora.

La maternidad está presente en el libro como una faceta más que cruza de la ficción a la realidad y viceversa en la vida de la escritora: “Yo tengo una niña y necesito su complicidad día a día. Convivir con alguien que te conoce tan instintivamente, te lleva a una calidad de interlocución muy potente. Hay que saber inspirarse en ello, el niño no admite simulacros”, sostiene.

“Lo bello de la lectura es que no es necesario elegir entre autores vivos o muertos"

María Folguera compagina, sin fricciones, su faceta de escritora con la dirección del Circo Price: “Desde pequeña he estado organizando saraos, por eso me pregunto qué es más natural en mí, si la acción cultural o la faceta de escritora. Yo creo que no es necesario escoger”, asegura.

La protagonista dialoga con escritoras que ya están muertas y con otras que viven. ¿Con cuáles se queda la autora?: “Lo bello de la lectura es que no es necesario elegir entre autores vivos o muertos. Cada vez que reabres un libro, el diálogo se retoma. Puedo acceder a las confidencias de Lope de Vega y lo sigo sintiendo tan vivo como un escritor de hoy en día… Es el gran consuelo que nos ofrece la literatura frente al caos que vivimos conscientemente cada día”.