Vanessa Montfort: "La literatura es mi forma de digerir el mundo"

La escritora Vanessa Montfort nos presenta, 'La mujer sin nombre' (Plaza & Janés), un libro que narra la historia casi desconocida de María Lejárraga, toda una adelantada a su época: "Si esta historia no fuera verdad, alguien debería haberla escrito", nos cuenta la autora.

"Fue nuestra primera dramaturga pero no habría estrenado si hubiera firmado con su nombre real de mujer"

Lejárraga escribió algunas de las obras más importantes del siglo XX, en colaboración con hombres ilustres como Falla, Turina, Juan Ramón Jiménez o Lorca. Pero eso lo conocimos posteriormente porque, hasta entonces, las obras se atribuían a su marido, Gregorio Martínez Sierra. De ahí el título de la novela.

¿La razón?. Era mujer: "Sus huellas intentarón ser borradas por sus coetáneos" porque rompía todos los moldes de una sociedad machista y conservadora: "Esta mujer ha abierto camino, fue nuestra primera dramaturga pero no habría estrenado o publicado si lo hubiera hecho con su nombre real de mujer", explica Montfort.

"Si había algo peor que ser mujer escritora, era ser 'negro' literario"

María llegó a un acuerdo con Gregorio en su juventud: "Había un relación de codependencia", explica la autora. Pero esa cesión obligada de la autoría, unido a un tormentoso triángulo amoroso, marcaron la vida de esta pionera: "Fue una usurpación del talento con el agravante de que era su propio marido y luego se convierte en una tormenta perfecta".

"Se dio cuenta de que había nacido demasiado pronto"

La relación entre María y Gregorio finalmente acabó. "Hay un antes y despúes de su ruptura sentimental", asegura Montfort. "María se obsesionó con la educación de la mujer como pasaporte para la libertad. Siento rabia de las múchas ocasiones que la he desperdiciado por amor, decía ella".

"Era un discurso feminista luminoso, no quejoso", dice Montfort, pero planteado en una época equivocada: "Se dio cuenta de que había nacido demasiado pronto".

La vida de María Lejárraga es, sobre todo, una historia de injusticia que poco a poco se despeja con investigaciones como la de Monfort: "La literatura es mi forma de digerir el mundo", afirma la autora.