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(Actualizado

Madrid recupera una de las vistas más bonitas de la ciudad cerrada desde 2007. Patrimonio Nacional ha abierto al público el mirador de la cornisa del Conjunto histórico del Palacio Real de Madrid, con vistas a los Jardines del Campo del Moro y la Casa de Campo.

“Es la vista más emblemática porque une la tradición de su arquitectura majestuosa con un Madrid desbordante y una naturaleza que se abre ante nuestros ojos”, explica en Madrid Directo Llanos Castellanos, presidenta de Patrimonio Nacional.

La remodelación supone además la apertura física y por primera vez de las cinco puertas que forman la verja histórica, como resultado de la restauración y readaptación del que fue en su día el cerramiento original de 1899, que data de la Regencia de María Cristina, y que fue diseñado por el arquitecto mayor de palacio Enrique Repullés Segarra.

“Hemos creado cinco vanos para que la sensación desde la calle Bailén sea de menor obstáculo para la mirada hacia el Campo del Moro”, aclara Castellanos.

La reapertura del mirador es un primer paso en la intención de Patrimonio Nacional de abrir el Museo de las Colecciones Reales a finales de 2022, “un recorrido por nuestra historia a través de todos los objetos que hemos ido atesorando y que forma parte de nuestro patrimonio y nuestro legado”, asegura la directora de Patrimonio Nacional.

Patrimonio Nacional quiere además que el proyecto “sirva de dinamismo empresarial y económico al entorno del Madrid de los Austrias. Somos la única ciudad de Europa que tiene esa amplitud de recorrido en tramos históricos y en estilos en apenas dos kilómetros a la redonda y hay que ponerlo en valor”, explica Castellanos.

Una visión limpia y sin obstáculos 12 horas al día

El mirador de la cornisa será accesible de manera libre y gratuita para ciudadanos, vecinos y turistas de 12 a 22 horas, los siete días de la semana. Los visitantes deberán mantener la debida distancia social como medida de seguridad sanitaria frente al Covid-19 en todo momento mientras permanezca en el nuevo espacio generado previo al museo de las Colecciones Reales

La reapertura de la verja histórica y su reubicación a distancia de la cornisa, entre la Real Armería y la Catedral de la Almudena, representan la culminación de un proceso de reinterpretación del mirador como espacio público, puesto que ha permitido generar una plaza previa al Museo de las Colecciones Reales y, al mismo tiempo, ofrece a la ciudadanía una visión limpia y sin obstáculos del Campo del Moro y la Casa de Campo.

De los 52 metros de longitud de la valla, cerca de la mitad se corresponden con 5 puertas dobles, ofreciendo un acceso muy amplio a la cornisa, mientras que el resto de la verja se apoya sobre el basamento original de piedra de Colmenar, cuyos sillares han sido limpiados y restaurados. También se han enderezado y sustituido los elementos en mal estado de la reja de forja y se han repuesto las puntas de lanza que faltaban, acercándose a los 5 metros de altura desde el suelo.