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(Actualizado

Hablamos con Javier Martín Chico, director técnico del Sepla, del protocolo de actuación como el del vuelo AK837 de Air Canadá que ha tomado tierra en Barajas después de sobrevolar Madrid para volver al aeropuerto, a causa de un problema técnico.

"Se trata de un aterrizaje de precaución, no de emergencia"

Según nos explicaba, "algunas pieza del tren de aterrizaje se han desprendido y han ido a parar al motor, provocando algún daño". En el momento que se detecta este tipo de incidente, los pilotos ponen en marcha el "procedimiento de fallo del motor" y comienzan a realizar "unos circuitos de espera, como un hipódromo, para resolver la avería fuera de las rutas estándar".

"Se hace un análisis de la situación, se busca la mejor opción, se comunica al control y a los pasajeros. En este caso no es muy urgente y como tenían tiempo han hecho el procedimiento con calma”.

La primera medida es aligerar el peso del avión: "Se tira el combustible en vuelo para tener un peso adecuado en el aterrizaje. Este tipo de vuelos lleva hasta 80 toneladas de combustible y lo tira a unos 1000 kilos por minuto".

¿Cómo se realiza el aterrizaje?

"Se trata de un aterrizaje de precaución, no de emergencia. Si el problema es con la extensión del tren de aterrizaje, hace que el avión caiga hacia a un lado o hacia otro y no pueda mantener una trayectoria recta. En ese caso sí es un aterrizaje de emergencia que lleva una preparación distinta".

Y en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-barajas "Los controladores dejan una pista libre para que la utilice el avión cuando les digan los pilotos. La pista y el momento depende de los picos de tráfico en el aeropuerto. Hoy hay más retrasos por el problema de esta mañana con el dron."

El hecho de que el avión realice la maniobra de espera a baja altura dependen de la decisión de los pilotos y de procedimientos de cada compañía, afirma Martín Chico".