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(Actualizado

La vacunación es el mecanismo más eficaz para combatir la pandemia del covid, pero pasados dos años de crisis sanitaria, el acceso desigual a tratamientos y vacunas sigue patente en el mundo. “Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo”, asegura en Madrid Directo Blanca Carazo, responsable de Programas Internacionales de Unicef-España.

“Por el hecho de que no todo el mundo tenga acceso a las vacunas corremos el riesgo de que aparezcan más variantes”, continúa diciendo.

En los países con bajos ingresos, tan solo el 10% de la población tiene la vacuna contra la covid-19

Los datos hablan por sí solos. En los países con bajos ingresos, tan solo el 10% de la población tiene la vacuna contra la covid-19, especialmente en algunos países de África y otros como Haití, donde el porcentaje de vacunados no llega al 2%, “ni si quiera entre los trabajadores esenciales”, explica Carazo.

Unicef recibirá 220 millones de dosis de la vacuna anticovid rusa Sputnik V

Para intentar revertir esa “desigualdad flagrante”, Unicef puso en marcha, junto a organismos privados y administraciones públicas el programa el mecanismo COVAX ideado para distribuir equitativamente las vacunas en países que no tienen fácil acceso a los medicamentos.

La colaboración pública y privada para multiplicar el acceso a la vacunación en estos países no se queda solo en la propia vacuna, sino en preparar todo lo que hace falta para la vacunación como las jeringuillas, los trajes de protección, o la cadena de frío para conservar las vacunas en condiciones, añade Carazo.

España es un país solidario. El Gobierno se ha comprometido a proporcionar 50 millones de dosis para el programa COVAX.