Las historia de los fantasmas de los edificios más emblemáticos de Madrid
Las historias de Ataúlfo, Elena y Mundita
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Madrid es una ciudad de leyendas y de historias de fantasmas que además habitan edificios emblemáticos. En Madrid Directo de Onda Madrid, Juan Carlos Pérez de la Fuente, nos cuenta historias asombrosas de algunos de estos edificios y sus 'extraños' y escurridizos protagonistas fantasmagóricos.
Las historias más sorprendentes de los fantasmas de Madrid
Repasamos la historia de los fantasmas madrileños de cuatro edificios muy conocidos. El primero, es el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Su fantasma se llama Ataúlfo. El teatro María Guerrero de Madrid tenía termitas y tuvo que trasladarse al Museo Reina Sofía. Se representaba 'Carta de Amor como un suplicio Chino', de Fernando Arrabal (20022). Era un monólogo sobre los 'fantasmas familiares'.
Se representaba en los sótanos del museo, un lugar cerrado al público y que se usa como almacén de obras de arte. Los vigilantes comentaban que allí había un fantasma. que hacía que se encendieran y apagaran las luces a su antojo o que se abrieran puertas... Ataúlfo, que posiblemente fue un paciente que había sufrido mucho. Antes, el museo Reina Sofía fue un hospital (el hospital de San Carlos), hasta 1665. En 1986, tras una restauración, se convirtió en el actual museo.
La Casa de las siete Chimeneas de la plaza del Rey. Su fantasma se llama Elena. Esta vieja leyenda es conocida en la capital desde el siglo XVI. Elena Osorio era amante de Felipe II. Y acabó emparedara en este edificio. Dicen que algunas noches, la figura de esta vaporosa mujer camina entre las chimeneas del edificio. Y dicen que fue su amante Felipe II quien ordenó construir precisamente este edificio.
Dicen que las Siete chimeneas representan los siete pecados capitales que había quebrantado el monarca... Que buscó un marido para ella, el capitán Zapata, y que partió a la guerra de Flandes tras contraer matrimonio, y que por el camino tuvo que participar en la improvisada batalla de San Quintín, donde murió. Que su mujer se encerró en sus aposentos y que allí murió. Y que el cuerpo de Elena Osorio, después de muerta, desapareció. También el de su padre. Y años más tarde, comenzó a verse la figura de Elena, andando por el tejado.
Palacio de Linares, Casa de América, en la Plaza de Cibeles. Su fantasma se llama 'Mundita' , diminutivo de Raimunda. Los marqueses de Linares compraron este solar en 1874. Tenía más de 3.000 metros cuadrados. Tras fallecer, y sin descendientes, lo heredó la ahijada de estos, Raimunda, que se casó sin saberlo con su hermano. Tuvieron una hija prohibida, que ahogaron y que tenía el mismo nombre de la madre, Raimunda, pero a la que se conoce como 'Mundita'.
Es a comienzos de la década de los 90 cuando sale a la luz el tema del posible encantamiento del palacio y de sus 'especiales ' habitantes, por unas psicofonías registradas por la doctora Carmen Sánchez de Castro. En las grabaciones se podían escuchar voces que decían: ¡Fuera! ¡A ti no! Y otra, la de una niña que decía 'Mamá, yo no tengo mamá', y otra voz de una persona mayor que decía 'Mi hija Raimunda nunca oyó decir Mamá'. Aunque la doctora resultó años más tarde ser una farsante, la leyenda ya estaba en la calle.
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